El pronazi Martin Heidegger y
el judío Paul Celan se profesaban una mutua y compleja admiración, que los
llevó a leer y hasta anotar detalladamente los libros del otro. Se ignora cómo
fue el único encuentro que se produjo cuando un brumoso día este fue a visitar
a aquel. Lo cierto es que hay más que una semejanza en la angustiada visión del
mundo que rezuman sus obras, así como en la ominosa y desesperante oscuridad de
su enunciación. Como sea, Celan no perdió la oportunidad de hacer mofa (y, de
paso, autocriticarse) de lo farragoso e "impío" de la dicción y del
pensamiento de Heidegger (cuyo nombre podría acaso traducirse como "el que
rastrilla eriazos) al componer el siguiente poema, de los más abstrusos que
tiene. Su primer verso hace un juego de palabras intraducible
("heidegängerisch"=relativo a caminar por eriazos) por el que alude
al autor de "Ser y tiempo" y a algunos de sus conceptos básicos (como
la proximidad, la muerte...). Para el lector español, he tratatado de compensar
la mencionada intraducibilidad apelando a "Sendas perdidas", una de
las obras más conocidas del filósofo alemán. De otro lado, no deja de ser
irónico que el "rastrillador de eriazos" estuviera predestinado a
arar y predicar en el desierto mediante un pensamiento tan torrencial y
arrasador, como también contradictorio y moralmente incongruente como el suyo.
De: "Bitácora de poeta" (en: tenordebrumas.blogspot.com)
LARGO
Al igual que tú, senda perdida de lo cercano:
más
grandes
que la muerte yacemos
juntos, lo in-
temporal bulle
bajo el respiro de tus párpados,
el par de mirlos pende
junto a nosotros, bajo
nuestras comunes, ascendentes
y blancas
metas-
tasis.
LARGO
Gleichsinnige du, heidegängerisch Nahe:
über-
sterbens-
groß liegen
wir beieinander, die Zeit-
lose wimmelt
dir unter den atmenden Lidern,
das Amselpaar hängt
neben uns, unter
unsern gemeinsam droben mit-
ziehenden weißen
Meta-
stasen.
(Traducción del alemán de Renato Sandoval Bacigalupo)
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