Valdelomar o la palabra encumbrada: “La ciudad de los tísicos”
Una aproximación a la obra del escritor iqueño y especialmente a una novela escrita hace 110 años y publicada en 1911. Abraham Valdelomar. (Foto: Casa de la Literatura) Renato Sandoval Bacigalupo Actualizado el 27/05/2020 a las 17:00 “Mi arte es para los limpios de corazón, para los sanos de espíritu, para los ebrios de ilusión, para los sedientos de esperanza, para los saturados de fe, para los puros, los comprensibles, los buenos; los que tienen miel en el panal del corazón, perfume en la corola del espíritu, suaves colores en los pétalos del sentimiento, música alada en los vergeles de la conciencia”. Eso predicaba Abraham Valdelomar, a lomo de pollino, a su paso por más de un pueblo olvidado del Perú profundo, cuyos humildes y en su mayoría analfabetos moradores lo recibían entre palmas y aplausos, como un mesías redivivo, sin tener exactamente idea de quién era aquel señor con frac y monóculo que, en esos momentos, si bien polvoriento ...