Por Mauricio Botero Montoya Se cumple otro año de muerto Cervantes, que no murió el mismo día que Shakespeare como se dice. La prejuiciada cultura inglesa de entonces, no acogió la cronología romana que nos rige, por ser ésta además católica papista, gracias por cierto al católico Copérnico. Y la diferencia fue en todo caso de más de una semana. Y gracias también, al mismo prejuicio, los ingleses incluso llegaron a dudar de la existencia de Shakespeare. Hacia los años ochenta del siglo pasado los cronistas no solo lo demostraron de forma fehaciente, sino, riámonos un poco, que su máximo autor fue católico de contera, y por tanto amoldable al prejuicio del olvido. En cambio, de Cervantes conocemos bastante, si bien no todo lo que demanda nuestra insaciable curiosidad. Shakespeare murió rico, Cervantes acomodado, pero no pobre. Legó su casa y propiedades a su hija Isabel, analfabeta. Mientras él conocía...