Por Luis Benítez
El flamante sello editorial Peras
del Olmo, de la provincia argentina de Mendoza, inaugura su catálogo con el
volumen electrónico de narraciones cortas titulado Modo Luciérnaga (*), del autor local Rubén Valle. Los 62 textos que
componen el libro no superan cada uno la página de extensión, siendo algunos de
ellos mucho más breves: tal el caso del titulado Monocromo, que consta de cuatro líneas.
Valle, bien conocido en el país
como uno de los nombres principales de la generación poética de los ’90, así
como por sus destacadas incursiones anteriores en la prosa (ver datos del autor
más adelante) sortea en Modo Luciérnaga
con buena pluma las exigencias que impone el severo formato del minirrelato,
donde la concisión, la síntesis narrativa y el remate justo establecen los
márgenes estrictos del subgénero. Y lo hace apelando a recursos que ya le son
característicos y bien conocidos por sus lectores: emplea un lenguaje fluido
que entra y sale de lo cotidiano, resolviendo en dos pinceladas bien ajustadas la
delineación de los personajes, firmemente sujetos al eje argumental, sin ripios ni figuras
retóricas innecesarias. Son textos donde el autor aborda y resuelve la idea
general dejando el margen de interpretación adecuado para que quien lee, quien
“interviene” el cuento con su atención, complete el sentido que unas pocas
líneas de buena narración le han ofrecido, sin la pretensión de lo unívoco.
La variedad de planteos,
situaciones y conflictos que exhibe un formato como el de Modo Luciérnaga, que condensa un pequeño universo en cada página,
hace que este volumen de corta extensión se expanda a medida que el lector
recorre la galería de personajes y atiende las alusiones y elusiones de la voz
narrante, acusando el efecto de la compleja heterogeneidad de estímulos que
provee. Sin embargo, en su multiplicidad Modo
Luciérnaga no genera un caos de
sensaciones, ya que existe en su estructura una serie de lineamientos
remarcables, que guían la lectura y establecen la senda segura para acceder a
la visión propuesta por Valle –insistimos- sin que ello obstaculice en ningún
momento la reelaboración que pueda implementar aquel que recorre sus páginas.
Como es ya una marca reconocible
en el caso del autor mendocino, el medido humor, la ironía subyacente y el
escondido sarcasmo se amalgaman en sus textos con una sugerida piedad hacia el
papel que juegan sus personajes, sorprendidos por el narrador en las instancias
donde lo patético, lo ridículo, lo enternecedor o lo extraordinario se encarna
en ellos. Valle sabe jugar con los contrastes, conoce de qué manera una simple
insinuación puede poner en altorrelieve la médula misma de lo que nos desea
trasmitir. En Modo Luciérnaga su
método expositivo, que por su concisión y laconismo podemos definir como de
“montaje rápido”, se torna mucho más evidente, precisamente por el estricto
formato que ha elegido.
En conclusión, se trata de una
nueva obra del destacado autor mendocino que, como en ocasiones anteriores, el
lector agradecerá, unido ello al asombro, cuando compruebe cuánto y qué variado
es lo que puede caber en tan pocas páginas.
El autor
El poeta, narrador y periodista
Rubén Ángel Valle nació en San Martín, Provincia de Mendoza, Argentina, el 13
de febrero de 1966. Fue miembro fundador del grupo parapoético Las Malas Lenguas y editor de las hojas
literarias Tres Agujas y Tiburón Amarillo. En calidad de
organizador y lector participó en innumerables actos, performances y recitales
poéticos. Desde 1997 hasta 2000 dirigió la colección de poesía La Mesita de Luz para la editorial
Diógenes. Sus poemas fueron publicados en medios de la Argentina y de Brasil,
Colombia, España, Francia y Rumania. En 2006 fue incluido en el documental Poesía Extrema, que reunió testimonios de
escritores argentinos y canadienses. Ese mismo año fue convocado a participar
del XIV Festival Internacional de Poesía en Rosario, Provincia de Santa Fe. Ha
publicado los libros de poemas Museo Flúo
(1996), Los peligros del agua bendita
(1998), Jirafas sostienen el cielo (2003),
Placebos (2004), Tupé (2010), Grietas para
huir (2013), Lo negro de la nieve
(2018) y La lengua del ahorcado
(2019). Integra las antologías de poesía Promiscuos
& Promisorios, La ruptura del silencio, Martes literarios y Poesía en Tierra, del Centro Cultural de
España en Buenos Aires. Como narrador participó de Mitos y leyendas cuyanos (1998), editado por Alfaguara, y de la
antología de textos para niños Ellos, los
otros & nosotros (2003). En Pampia Grupo Editor publicó los e-books de
relatos breves Desperté en el bosque
después de haber soñado un bosque (2013) y La medida de lo posible (2015). Como periodista ha trabajado en los
principales medios periodísticos de Mendoza, entre ellos los diarios Los Andes, UNO y MDZ.
Así escribe Rubén Valle
La verdadera razón
Nieva adentro de la heladera de la familia Rentera.
Demasiado. El servicio técnico la vio esta mañana y se declaró desorientado,
sin explicación alguna para tal fenómeno. “Señora, no podemos hacer nada”, fue
la resignada respuesta del muchacho de la remera rota en la axila. Los Rentera
llegaron a Las Heras provenientes de Bariloche hace apenas una semana con la
intención de radicarse. La heladera fue comprada allá hará unos tres años.
Jamás habían tenido un problema con ella pero ahora nieva todo el día, llenando
la casa con su imparable producción. Por más que probaron desenchufándola, no
hay caso, nieva más que antes. “Para mí, extraña”, dice Julieta con la
sabiduría de sus seis años. Ante la falta de opciones más convincentes, se da
por hecho que esa es la única y verdadera razón. La heladera es enviada de
vuelta a Bariloche, a la casa de la hermana del señor Rentera. Tarjeta
mediante, en 12 cuotas sin interés, compran una nueva en Las Heras.
Aparentemente esta funciona bien, salvo que se considere una anormalidad
escuchar música islandesa cada vez que se abre la puertita del freezer.
NOTA
(*) Epub base 2.1. Abril de 2020, diseño de de
portada de Matías Valle. 71 páginas. https://perasdelolmo.github.io/modo-luciernaga.pdf
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