Por Luis Benítez
El sello argentino Ediciones Argos publicó el poemario del destacado
autor cordobés, de extensa trayectoria en el género y activo partícipe de
la vida cultural de su provincia.
En el variopinto panorama de la poesía argentina actual es usual descubrir
textos cuya calidad de sentido no se condice con el ritmo y la esperada
sonoridad que deberían acompañar equilibradamente su faceta conceptual. El
verso libre no es un obstáculo ni una imposición para que las palabras, hechas
de signo, sentido y también de sonido no utilicen este último aspecto o lo dejen
simplemente de lado, como si no existiera. Esta falencia se pone muy de
relieve y vuelve notoria cuando asistimos a recitales de poesía y, al ser leídos
en voz alta los textos, se escucha perfectamente que no se ha trabajado en esa
dirección.
Los poemas de Hernán Jaeggi no adolecen de esta falta y ello se comprueba
inmediatamente al recitarlos el lector: sí hay un ritmo interno, sí existe una
sonoridad buscada y que encontramos de inmediato a través de tan sencillo
procedimiento, lamentablemente hoy no demasiado puesto en práctica por
autores y lectores.
Sin embargo, en Oír (1) Jaeggi se refiere muy originalmente a otro aspecto. Se
trata del “oído poético”, sexto sentido que permite captar las consonancias
entre el interior del autor y el exterior que lo rodea, el murmullo de la realidad
última al que la palabra lírica intenta acceder o al menos acercarse hasta el
límite mismo. Así lo pone muy de manifiesto Jaeggi a todo lo largo de las casi
cien páginas de su poemario, coherente con la apelación general que realiza
desde el mismo título de su trabajo. Como ejemplo y sensible testimonio al
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modo de un ars poética donde el creador cordobés explicita las singularidades
de su apelación, cabe destacar el breve poema que ocupa la página 49 de Oír:
Tengo amurallado el oír
y abierto el abismo.
Más allá de todo
lo que el lenguaje dice,
en mi pensamiento
puedo imaginar
otras formas de oír
donde el silencio florece.
Entonces el arte restituye
la vida del oír.
El silencio evocado por Jaeggi -que en música es tan necesario como el sonido
mismo, para resaltar a este por contraste- puede tener diferentes
connotaciones. Así, puede tratarse de lo silente pleno de implicancias, como en
el poema anteriormente transcripto, mas también poseer un significado
negativo; ser el enemigo de ese “oír” buscado por el poeta, como aparece en la
página 55:
Soy un río de oír
que no baja los brazos,
con hambre de escuchar
que busca ganarle terreno
al silencio.
(fragmento)
Nos encontramos aquí con el mutismo que obstruye la red de polisemias (el
ancho río del mundo sensible y sus secretos) a la que aspira acceder el autor
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con su escucha y, por consiguiente, en el acto de publicarla, transferirla al
lector.
El arte de Jaeggi logra transmitir las idas y vueltas de ese intento de audición
de un omnipresente río de significados evocado -metáfora “el río” que abunda
en su poemario- tanto en sus logros como en sus frustraciones y decepciones,
que también forman parte del ars poetica edificado por el conjunto de piezas
incluidas en este volumen.
Una propuesta original que habla de la inteligencia lírica puesta en juego a
través de las páginas de Oír, tan interesante por su postulado general como por
los alcances obtenidos en cada sección del poemario.
El autor
Hernán Jaeggi nació en Villa General Belgrano, Provincia de Córdoba, el 27 de
agosto de 1953. Es licenciado en Letras Modernas de la Universidad Nacional
de Córdoba, dramaturgo y guionista de televisión. Coordina talleres literarios.
Coordina los ciclos “Palabras de poeta” y “Córdoba cuenta” en la Facultad de
Lenguas de la UNC. Es director de la revista Palabras de poeta. Colaboró con
diarios y revistas de Córdoba, Buenos Aires y Asunción, Paraguay. Realizó la
compilación y estudio de la Antología poética Palabras de poeta que incluye
autores cordobeses de los últimos 30 años. En 2011 el Gobierno de la
Provincia de Córdoba le otorgó el Reconocimiento al Mérito Artístico por su
obra y trayectoria artística.
Publicó los libros de poemas: Último recurso (1978), Zona marginal (1984), Las
Manos en el Juego (1986), Vincent (1994), La sombra de la pipa (2004),
Carnalval (2010), poemas de este último libro fueron musicalizados por Carlos
Piano & Carnalbanda, El mar en el poema (2016) y Vincent (reescrito y
reeditado: 2020). Sus poemas han sido seleccionados para integrar antologías
del país y el extranjero.
NOTAS
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(1)Ediciones Argos, ISBN 978-987-1100-66-8, 96 pp., Córdoba, Argentina, 2021.
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