Por
Luis Benítez
“Estación
de nosotros” se titula el nuevo poemario de Alberto
Boco, el reconocido poeta argentino que acaba de ser publicado por la editorial
Buenos Aires Poetry. Nacido en la ciudad de Buenos Aires en 1949, el poeta
Alberto Boco ha publicado hasta hoy, además del título que nos ocupa, los
siguientes títulos: Arcas o pequeñas
señales (1986); Galería de ecos
(1989); Ausentes con aviso (1997); Cartas para Beb (2007); Riachuelo (2008); Malena
(2012); Visitas inoportunas (2014).
Entre otros reconocimientos, su obra ha recibido el Primer premio en el Primer
Concurso Nacional de Poesía "César Domingo Sioli", Premio
"Ciudad de Junín", 2005; la Primera mención del jurado en el VII Concurso
Nacional de Poesía – Tandil 2003, auspiciado por la Subsecretaría de
Cultura de la Provincia
de Buenos Aires y la
Secretaría de Cultura de la Nación , 2003; la Mención de Honor del
jurado en el IV Concurso Nacional de Poesía “La Luna Que ”, 2002 y la Mención del Jurado del
Premio Provincial de Literatura “Dr. Carlos Auyero”, Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos
Aires, 1999.
Dotado de una voz precisa y fácilmente
reconocible en la polifonía porteña, Boco se caracteriza por diversos atributos
poéticos, no siendo el menor la aguda conciencia que tiene de su proceso
creativo y la génesis final de lo creado. Señala el poeta en un reportaje
publicado por la revista estadounidense Newsletter
Cervena Barva Press, No. 67, Junio, 2011, Massachusetts: “Estoy convencido de que la poesía, una
cuestión de palabras y su propia música, sobre todo nos lleva a un tipo de
conocimiento sobre el mundo que no podemos obtener de ninguna otra manera, una
especie de asimetría que nos muestra el mundo de una manera especial , no sólo
en cuanto al punto de vista, sino también
como una distorsión que nos trae más profundamente y más cerca de todo
lo que llamamos habitualmente realidad.”
En esa distorsión
que enuncia el poeta argentino estriba el núcleo de la diferenciación entre el
fundamento y lo fundado que exige Gilles Deleuze en su segundo requisito, para
hacer de la poesía de Boco –“una cuestión
de palabras y su propia música”- lugar del sentido y campo de lo
trascendental, de un modo (el cómo
que hace el qué) independiente del
sector de Occidente donde la intersección de los diversos marcos ha generado, a
un tiempo, tanto al autor como a su obra. Como aparente paradoja, Alberto Boco
es uno de los poetas inmediatamente reconocibles como argentinos... ¿Por qué? Porque
el modelo de síntesis que su obra establece se inscribe al mismo tiempo en la World Literature y en la tradición de la búsqueda
estética propia de -¿tengo que decir, “la mejor parte”?- la todavía, aún, joven
poesía de la Argentina :
el logro de una síntesis entre la hoy impensable transcripción de lo real
señalada por Pavese como norte de los escritores estadounidenses de su tiempo,
y la conformación de universos paralelos
que le endosaba el gran escritor italiano a los colegas europeos. Esta capacidad
de síntesis es otro de los grandes logros de este más que notable autor
rioplatense, cuya obra ya ha trascendido los márgenes de su país y se exhibe
como una de las más sólidas facturas del presente. Indispensable en la
biblioteca del lector de poesía latinoamericana contemporánea.
ASI ESCRIBE ALBERTO BOCO
Arboledas
sentado
y en este Ahora bajo grandes árboles me digo
cuánto
puede saberse de las horas capitales
como si
tuviese mayor escala que pensar ahora en este Ahora
en mis
horas capitales y no hubiese contradicción alguna para
/decir tal o cual
estas y
aquellas otras
por caso
tu mirada perdiéndose por allá en un lejos tan tuyo y de
/tus
ojos
una vez
a ellos niños todavía les dieron a elegir
esa
dijeron sabían
pero no del todo
colgada
del gancho la degollaron la desplumaron bajo el árbol
en el
puro moverse chorreaba mientras conversábamos asuntos
/ triviales
cosas de
una familia que hace mucho ha dejado de verse
cosas
mientras los chicos miraban cuando todavía…
después
cortaron un poco de jamón unos
tomates
otras
distancias en los ojos al filo de los cuchillos
el pollo
y las papas en la mesa dorados en su no estar
yo
todavía no te recordaba en aquel antes
de vaya
uno a saber qué después
en este
Ahora
… y
están aquellos árboles
estas
arboledas
todavía
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