Por Naudy Henrique Lucena
Lo único que No podemos Ser es No Ser
Facundo Cabral
Las
ideas caían unas sobre otras como gotas y había algunas que contenían
a todas las que habían caído y
chocaban suavemente o más bien de una
forma violenta se pulverizaban entre sí en una aparente unidad que ya corría
como un rio revuelto sin agua.
Ese día
los concejales aplaudieron hasta
rabiar y hubiera concluido en paz su reunión pero uno de ellos abrió el debate
sobre la violencia y la peligrosidad de Numancia y alertó que si los dejaban quietos, su rebeldía podía contagiar a otros
barrios y que eso si es una bola de fuego que no se apaga fácilmente;
como ya ha ocurrido en tantos otros mundos.
Flameaba la lengua
de aquel Demóstenes en medio del salón__ se
apuñalaban entre sí las mismas familia_ decía_ y la violencia subió a tal grado que llenaron,
antes del tiempo, las copas del juicio final; hasta el diablo se paseaba en calzoncillo por sus calles.
Aquel
inesperado comentario abrió un hueco a
la incertidumbre y se tendió como un manto sobre los presentes; sus
discursos se enfriaron en sus bocas y
sus rostros se tornaron de un
color amarillo acartonado, mientras se
sumergían en un denso silencio; el
propio Alcalde, pálido como una momia decía
para sus adentros.
__El contagio de la violencia
es una posibilidad cierta y no creo que a futuro nadie pueda contener; por ahí están esos colectivos motorizados deseando darse su baño de sangre
y quién sabe si soy el último Alcalde de una población de vampiros__ miró con
lástima a su secretario quien se movía
inquieto como si tratara de zafarse de un espíritu que lo estaba ahogando.
__Eso
que el Concejal dice_ intervino pero su
voz sonó hueca sin ningún ánimo_ Sepa Usted
que ya los informes de Inteligencia me lo habían advertido y hasta tengo planes
concretos para contrarrestarlos; incluso se
sabe de una horda más fuerte que está
cocinando maquinaciones como
empanadas pero no van a poder.
¿Quién ha dicho que nuestro oficio es
poner a la gente en lechos de rosas para
que lleguen tomados de la mano al reino de
la felicidad de los satisfechos? Nosotros no estamos aquí para complacer
a nadie y lanzó una mirada fulminante al
Concejal que ya abría la boca como un sapo y
tomaba aire para continuar su
discurso sin inmutarse ante las
insinuaciones del Alcalde.
__ Había
que considerar otras variables imprevistas en el asunto y no lo hicieron__
su intervención parecía más un reclamo que una aclaración; dando a entender que podía ser un infiltrado con poder y afirmó con seriedad: __ variables como la aparición del liderazgo emergente de esa
tal Arcadia y quien sabe de cuantas más como ella; mujeres maravillas, Amazonas o Walkirias siempre han estado entre nosotros, pero
nuestros antepasados las sujetaban,
pero ahora las ha tomado una rebeldía
varonil que traspasa de una a otra como una fiebre. El desconocimiento y
desinformación de estos fenómenos __ hizo énfasis en estos términos__ es
peligroso para cualquiera autoridad que se precie como tal.
Aquel
hombrecito desconocido hablaba con tanta inspiración y dominio que el
resto de los concejales lo oían con asombro
y temor. Pensar__ decían__ que
hasta hace poco tiempo era un ser invisible entre nosotros; un mal vestido, pelo alborotado y terroso, de nariz
ligeramente aplastada como un boxeador.
__ La
violencia__ proseguía aquel filósofo
improvisado__ no es ningún Punto fijo ni Coro, ni ninguna bolsa de
basura sino un malestar que se puede tornar en algo sumamente contagioso y al convertirse en
fuerza como los huracanes, estas lideresas lo pueden conducir y darle la vuelta como una tortilla. De
dejar que crezca este tipo de liderazgo__
le alertó finalmente con voz profética; mirando directamente
al Alcalde __ en poco tiempo esa
mujer tomará el Palacio Municipal _
En eso
el secretario Arnoldo quien llevaba y tomaba notas del torbellino de ideas, sobreponiéndose al aturdimiento, carraspeó duro
dando señal que salía del encantamiento verbal o de la
ilusión del terror creada por el misterioso Concejal y lo interrumpió:
__¡Está fuera de orden!__ habló
con tanta autoridad y firmeza que
el Concejal se redujo a una sombra minúscula
y desapareció de la vista de todos; hasta el Alcalde se
sorprendió.
__ Lo que
vamos a hacer es establecer la paz y no la violencia__
enfatizó con dureza ___me parece que se está confundiendo __ Y
asumiendo la dirección del debate, tomó el control del mismo; Arnoldo en
ese instante había cambiado su voz chillona por una más gruesa y su mirada era un soplete
de acetileno; el resto de los asistentes permanecía
callado. Y dirigiéndose a otro
Concejal que había visto hacía mucho rato levantando la mano le dio la palabra.
__ Diga Usted___ le ordenó y este hombre, aun sorprendido, empezó a sacar un
pequeño hilo tibio enredado y balbuciente pero poco a poco lo fue
enderezando.
__Mientras
mi colega hablaba__ decía __ recordé lo
que aconsejó el súper policía Bratton de New York al Alcalde Peña el día de la
revuelta: “Put ut the fire fast”, y era como si nos aconsejara; “candelita que
se prenda, candelita que se apague”.
__No
sé__ dijo el Concejal de las dudas__
Esa ayuda nos sale muy cara, la gente quiere vivir seguro, pero hay
cosas que no se aguantan y no necesitamos que otros vengan a decirnos lo que
tenemos que hacer y además, pagarles.___
Tal como lo previo el secretario Arnoldo al
tomar la conducción del debate, todos
entraron de nuevo en el remolino de ideas, eran pájaros azotados por un
vendaval que los apartó del discurso anterior y éste del otro; de aquel que atemoriza profundamente y extiende su dominio
sobre la posibilidad que “lo
hombre” que aún existe sea reemplazado.
*Extracto de la novela “Los mundos de
Arcadia barrios” Naudy henrique Lucena 2020
* Pintura// h ttppixabay . com/Es/images/Seach/Walkiria
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