“Ana y la muerte”, novela de Annia Galano

 



Por Luis Benítez

El dinámico sello mexicano Aquitania Siglo XXI acaba de publicar la primera novela de la autora nacida en Cuba, ya conocida por su poemario Vidas concurrentes.

Ana y la muerte: o pataki de la mujer que no se rindió ante Ikú (1), tal el título completo de esta extensa narración de Annia Galano, significa un exitoso debut de la autora nacida en La Habana en 1967 en el género novelístico, ya desde su primera entrega al esperable interés de los lectores.

Dividido en tres secciones, el volumen se subdivide en capítulos que llevan por título los años en que se desarrolla la narración, no en un orden cronológico creciente, sino con intercalaciones temporales de tipo flashback, que nos remiten a episodios anteriores que se ensamblan perfectamente con el eje discursivo general, al tiempo que se complementan y brindan indicios de qué va la cosa en todo su conjunto. Una tarea escritural que ofrece sus riesgos digresivos o bien puede tornar confusa la diégesis de la novela, pero la habilidad narrativa de Annia Galano sabe no solo sortear estos posibles escollos con pericia, sino también aprovechar el recurso para incrementar la intriga y el suspenso que animan sus páginas.

La acción tiene principio en 1918, cuando la protagonista, de diecisiete años, ya lleva seis meses de embarazo y emprende la marcha hacia un derrotero que, intuye, le brindará una señal de que ha llegado. Sin embargo, no va sola, nos advierten las primeras líneas de la autora, generándonos el primer impacto: la acompañan tres de sus familiares, que están muertos. Tal como en Pedro Páramo, del escritor, guionista y fotógrafo Juan Rulfo (1917-1986), en Ana y la muerte los vivos interactúan con los fallecidos, lo que agrega un elemento de sólido sostén a la mixtura de realidad y fantasía que impregna toda la novela, definitivamente encuadrable dentro del realismo mágico latinoamericano.

En su periplo, Ana estará acechada permanentemente por la más oscura de las entidades, la Muerte, que según las creencias locales -trascurren sus peripecias en una isla caribeña- recibe el nombre de Ikú. La causa del ensañamiento de Ikú contra la joven es una ofensa de antaño, que lleva a la entidad a atormentar a Ana quitándole a sus seres más queridos, con el objetivo de que ella acabe con su vida por la propia mano, como única resolución posible para su permanente sufrimiento.

En la segunda parte de la novela, que tiene por final ficcional el año 1959, el mismo de la Revolución Cubana, el protagonista es Rafael, el hijo concebido por la figura central de la primera sección, sin que Ikú ceje en su cometido. Abarcando tres generaciones, la última porción de este extenso trabajo de Annia Galano se centra en las nietas de Ana, en un entorno convulsionado por las transformaciones sociales, políticas y económicas de la isla.

Como queda dicho anteriormente, el conjunto está salpimentado por la serie de flashbacks que remiten a los tiempos de los ancestros de la familia, cuando estaba vigente la esclavitud, y así, hasta el inicio del siglo XX, se completa el rompecabezas parental de los sucesivos protagonistas, con un marcado y muy bien llevado ritmo narrativo.

Exacta pintura de épocas, conflictos y personajes muy diferentes, Ana y la muerte es la culminación feliz de un ambicioso proyecto, donde las peculiaridades locales no impiden la visión de un trasfondo definitivamente afincado en el retrato buscado y encontrado de lo humano universal, que trasciende temporalidades, espacios y fronteras. 

 

La autora

Annia Galano Jiménez nació en La Habana, Cuba, el 23 de junio de 1967. Es doctora en Química Cuántica, exitosa en su carrera científica y en la imagen o la poesía, las que cultiva como “una artista de closet”, según ella misma declara. Es la pintora del cuadro Estirpe, que da portada al presente volumen. Ha publicado el poemario Vidas concurrentes y varios cuentos en diversas antologías. Ana y la Muerte es su primera novela.

 

NOTAS

(1)Editorial Aquitania Siglo XXI, ISBN 9798322640066, 436 pp., Ciudad de México, 2024.

 

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