La casa vendida

 

LA  CASA  VENDIDA

                                                      Naudy Henrique Lucena

Hoy  nos hemos comido

El  último Bloque de la casa;

Tenía un sabor a galleta salada

Y  al  atún  de  una   lata

Que el perro lamió hasta saciarse

                                  Sin cortarse la lengua                                                     Veníamos de comer,

    Durante tres  largos y  flacos años,

          Los once  tramos y las barandas,

Pintadas  de oro,

De  su escalera de caracol

Y los  hilos de una alfombra Persa

Que pasaron como  carne mechada

           El hambre  es un  vacío   insaciable

 Que pasa de un cuerpo a otro

Sin hacer  ninguna diferencia

Ya no había ni el  grato recuerdo

 Del  sonido de cucharas sobre el plato,   

Ni el agitar  ventado de manteles alucinantes

Ni el olor lejano del vino rojo

Que espumeaba  y cantaba sobre el vaso.

Después  de eso,

Nos miramos   en silencio,

Y  el  perro  presintiendo   el peligro,

             Dejó la sombra aguda de su cola para la cena

Y desapareció en las calles desoladas

Mientras el vació avanzaba y cubría  toda la ciudad.  

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