Por
Luis Benítez
El sello argentino Prueba de Galera Editoras sumó a su
catálogo, en la Colección Bóreas, un nuevo poemario de la autora platense.
Que el tiempo, así como la realidad última de las cosas,
es materia inescrutable, no resulta obstáculo para que la poesía intente
acercarse siquiera a sus bordes y desde allí espiar cuanto sucede fuera del
límite. Y se atreve y lo hace porque, de todas las formas de expresión
lingüística de lo humano, es aquella mejor capacitada para arriesgar una
aproximación.
Así lo entiende y bien a las claras la talentosa autora
nacida en La Plata en 1979, poniendo en juego un muy bien trabajado discurso,
afiatado y preciso, capaz de sumar nuevo territorio al género.
El resultado, que no adolece de experimentalismos ni de
intentonas fallidas, es un dispositivo capaz de transportar al lector a
terrenos que, no por nebulosos, dejan de recibir el haz de luz que Pontorno
arroja sobre ellos para que nuestros ojos lo sigan y aprecien los contornos de
aquello que, en el mismo momento de pronunciarse, desaparece.
El devenir, en su fuga infinita, es detenido las más de
las veces con efectividad por Inventario del tiempo (1), al menos lo
suficiente como para que, en cada verso, perdure el vestigio, el indicio
cierto, la impronta de aquello que lo atravesó momentáneamente durante su
lectura. Y al reabrir posteriormente las páginas de Inventario del tiempo
-la poesía es el género de relectura por excelencia- confirmamos que nuestra
impresión no fue resultado de un instante entusiasta, de que esa prueba de agua
que certifica que la genuina poesía está allí, sigue exactamente donde la
dejamos (o fue ella quien nos dejó) por primera vez.
Sin estridencias, sin la menor pretenciosidad (que tantas
veces macula las tentativas de similar abordaje por parte de otras plumas menos
capacitadas para afrontar un desafío de tales dimensiones) Pontorno es capaz de
ir y venir del microcosmos individual a lo macro empleando una voz baja,
íntima, donde imágenes y metáforas, de tan bien ensambladas como están, jamás
se apartan del eje central que atraviesa todo su poemario. Ninguna
artificiosidad, nada de función decorativa, sino todo muy propio de lo medular,
parejamente distribuido y presente en composiciones preferentemente cortas y
concisas, pero que en aquellas que arriesgan una mayor extensión sostiene
equilibradamente su presencia desde el primer verso hasta el último, sin ripio
alguno.
La maestría discursiva al servicio de un imposible
objetivo, aunque eternamente meritorio del género, distingue a esta muy
destacable segunda entrega de Pontorno, lo que señala que se trata de una poeta
cuyo desarrollo debemos y vamos a seguir, título tras título, a partir de Inventario
del tiempo.
La autora
Cecilia Pontorno nació en La Plata, Argentina, en 1979.
Poeta, maestra, profesora de Psicología. Coordina talleres de poesía. Se
desempeña como correctora de obra poética y académica. Participó en antologías
nacionales e internacionales, colaboró en blogs, revistas digitales y segmentos
radiales de difusión poética. Mención de honor en el Concurso Internacional
Hespérides (Poesía) por La mirada es un lugar (2020). Publicó los poemarios La
hora suspendida (Ediciones Hespérides, 2021) e Inventario del tiempo (Prueba de
Galera Editoras, 2022). Algunos de sus poemas fueron traducidos al francés y la
Universidad Nacional Autónoma de México publicó una selección de sus escritos
en el Periódico de Poesía (México 2022). Su tercer poemario, Morfina para los
muertos, se encuentra en proceso de edición.
NOTAS
(1)Prueba
de Galera Editoras, Colección Bóreas, ISBN 978-987-48553-0-5, 80 pp., Riguelet,
Provincia de Buenos Aires, Argentina, 2022. Facebook: https://www.facebook.com/PruebadeGalera/?locale=es_LA
E-mail: pruebadegaleraeditoras@gmail.com
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