Por Luis Benítez
El sello porteño Ediciones en Danza, cuyo catálogo de muy bien ganado peso propio incluye a varios de los mejores autores y autoras de la Argentina, no podía menos que sumar al reconocido poeta local Sergio Morán, con un título que suma renovado interés por sus obras. Se trata del poemario Ya no acampan gitanos en los baldíos (1), que viene a ratificar las condiciones estilísticas y de contenido que compartió ya con su entrega inicial, Calle desconocida, de 2018.
Morán no precisa de las metáforas signadas por el mero
relampagueo decorativo, ni necesita ocultar con hermetismos vacíos falencia
alguna.
Por el contrario: su proceder atina a dar con las
palabras justas y más precisas para llegar a lo medular de lo que comunica
verso a verso. Se trata de una poesía limpia de ripios inútiles, trabajada ya
con buen oficio y discernimiento en cuanto a qué corresponde al género y qué
debe ser sacrificado, por conveniencia del estilo. Tal como refería el narrador
Ernest Hemingway (1899-1961) “uno debe tener el coraje de matar a los
parientes”, señalando aquellas porciones de la escritura que, pese a sernos
queridas, en nada contribuyen y sí mucho empañan al conjunto.
Sergio Morán conoce la necesidad de este procedimiento y
lo practica con maestría, expurgando sus textos hasta que cada imagen empleada,
cada concepto y referencia quedan firmemente sujetos al eje central de sus
piezas poéticas. Y aún más: logra que así conjugados estos procedimientos,
enriquezcan con su aporte el abanico de sentidos que nos brinda línea a línea.
Versos que se eslabonan, concatenan y apoyan recíprocamente, prácticamente sin
fisuras, para armar una estructura sólida y consistente desde la primera página
hasta la última.
El autor argentino posee el don de lo multirreferencial:
en su poética caben la dicha y la desdicha que pueden prodigarnos el amor y el
desamor, la belleza trémula de una sensibilidad a flor de piel, con un sentido
claramente humanista que no desdeña la crítica social ni la referencia
constante a la condición humana del presente, donde el sujeto poseedor de una
conciencia como la suya se ve acuciado permanentemente por el desasosiego, la
duda mordedora respecto del rumbo de lo individual y lo colectivo, ante la
solapada presencia de poderes que deciden nuestros destinos. Como Paul Eluard
(1895-1952) y Louis Aragon (1897-1982), Sergio Morán ha comprendido hace mucho
que el individuo no se salva solo, aislado, inerme como se halla enfrentado a
las fuerzas que tuercen y retuercen los caminos de lo contemporáneo: “Hoy
escuché una canción, / decía: soy un hombre feliz. / Pensé en el pasado. /
Ojalá quede futuro suficiente” (pp. 16), señala el poeta nacido en Mendoza
en 1979, en medio de la más sangrienta dictadura militar que asoló a su país.
En resumen: un autor al que hay que seguir, atentos al
desarrollo de una poética ya más que notable en el panorama que ofrece la
poesía argentina actual.
El autor
Sergio Morán nació en 1979 en el este de la provincia de
Mendoza, República Argentina. Desde 2010 reside en la ciudad homónima, donde
ejerce la docencia en escuelas secundarias. Integró el taller Más allá de las
palabras que coordina Diana Starkman. En 2018 publicó Calle desconocida (Editorial
Peces de ciudad). Textos suyos han aparecido en diarios, revistas y antologías,
entre ellas Poemas por el agua (Payana ediciones), producto de la lucha en
defensa de la Ley 7.722, que regula la actividad minera. Desde 2020 dirige la
revista digital Futuros eran los de antes, dedicada a la poesía escrita en
Mendoza. Es parte de la Asamblea de Trabajadorxs de la Literatura de Mendoza,
organización que lucha por impulsar políticas culturales para los escritores de
la provincia.
NOTA
(1)Ediciones en Danza, ISBN 978-987-8431-38-3, 66 pp., Buenos Aires, 2021. https://www.edicionesendanza.com.ar/
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