“El horóscopo de la palabra”, de Claudia Ainchil: vaticinios del presente



Por Luis Benítez


El sello argentino Clara Beter Ediciones acaba de sumar al catálogo de su Colección Poesía Nuestra un nuevo poemario de la destacada autora local.


El horóscopo de la palabra (1), de Claudia Ainchil, interpela al lector respecto de su misma condición humana contemporánea, pero no lo hace desde las vaguedades pseudo-herméticas de vana pretensión metafísica, sino desde la misma carnadura y presencia en la historia común que comparten la autora y quienes la leen. 

Esta vitalidad expresiva es plasmada por Ainchil a través de versos de una notable fluidez, que desde la alusión a lo cotidiano, la imagen y la metáfora -nunca superfluas ni meramente decorativas- apuntan al conflicto inmanente de ser y estar en nuestro tiempo, en tanto que conciencia enfrentada a los poderes visibles e invisibles que rigen nuestras vidas y que, con mayor o menor lucidez, se revelan ante el individuo atento a las relaciones entre lo colectivo y lo particular. 

Una colección de textos similares a llaves, que dialogan y se interrogan entre sí, se responden o contradicen, pero que en el conjunto que conforman, de notable solidez general, actúan como la palabra reveladora, el “ábrete Sésamo” a perspectivas mucho más amplias respecto de quiénes somos y qué papel ocupamos en el mundo de hoy.  

El dispositivo que pone en funcionamiento Ainchil tiene el poderío suficiente como para desarticular las nociones habituales acerca de lo real (esa máscara tranquilizante para unos y perturbadora para otros) llamando la atención de quien recorre las páginas de El horóscopo de las palabras respecto de los intersticios donde el desasosiego, lo siniestro y amenazante se pronuncian aun en los vestigios más mínimos, allí donde la perversidad de la situación imperante en nuestra época se resguarda de la conciencia. 

El papel de la palabra, la palabra literaria, en un mundo donde la lengua provee abundantes recursos para el engaño masivo e intencionado, también es puesto en la balanza en estos versos por momentos punzantes, en otros desoladores, en una tercera opción definitivamente indagadores de la red de desconcierto, estupor y desazón que provoca el ser en el mundo actual, tanto en el espacio de lo más íntimo y personal, como a escala de lo general. 

Es que Claudia Ainchil comprende y sabe expresar muy bien cómo no hay área inocente e inmaculada en nuestras vidas, ningún último reino donde lo que llamamos criterios afines a la condición de humanidad no haya sido vulnerado, atravesado por las constantes de una pérdida progresiva y ascendente de los valores que, en la teoría o en la práctica, deben articular la ética tantas veces proclamada en torno nuestro como algo inamovible, cuando la praxis de esta hace tiempo ha sido adulterada en función de favorecer los poderosos intereses que administran nuestra época, sin reparos ni pruritos de ninguna especie. Se percata la poeta de la infiltración de esos elementos en la misma intimidad del sujeto, al estilo de como lo enunció en su momento el gran escritor checo Franz Kafka (1883-1924) en su célebre (y premonitoria) obra conocida en español como En la colonia penitenciaria (2), donde un aparato infernal, provisto de una aguja, graba la ley quebrantada por el supuesto criminal cada vez más profundamente en su carne, hasta matarlo.

El acto ficcional relatado por el también autor de La Metamorfosis tiene su contrapartida hoy en la penetración no de la “ley” en la carne, sino de la transgresión de toda ley en el espíritu de hombres y mujeres inocentes en su mayoría de toda falta, pero marcados para siempre por la injusticia, la violación de los principios que las leyes deben supuestamente proteger y reducidos a obedecer ciegamente y sufrir las consecuencias de esa imposición paradójica. El periplo por un mundo atravesado por la incertidumbre, la inquietud y el ansia es lo que propone este poemario de la conocida poeta argentina, desde la doble óptica de lo individual y lo colectivo, campos que tampoco aparecen disociados, sino formando un conjunto indisoluble.

Un logro, El horóscopo de la palabra, que suma otro valioso hito a una trayectoria ya amplia y de valía dentro de las letras latinoamericanas.        


La autora

Claudia Ainchil. poeta, escritora v periodista argentina, nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1964. Editó los siguientes libros de poesía: Comienzo de comienzos (1985), Son cosas de ángeles (1987), Amores sin zapatos (1991), Remolinos a bordo (2003), Revolución (secreta) (2012), Asteriscos o telarañas (2016), Poemas en covid (2020) y la novela El imperio del agua (2019). Fue incluida en varias antologías de Argentina y del exterior, y obras de su autoría son publicadas en revistas, suplementos literarios, blogs y portales. Difunde desde 2014 a los poetas a través del programa Poetas Argentinos que se emite por la Radio de la Biblioteca del Congreso de la Nación, en donde entrevista a poetas de todo el país. En Octubre TV y la TV Sindical se emiten los programas televisivos de entrevistas que realiza Poesía a la calle. Dirige la revista Cultura Argentina (online) de El Argentino Diario y es columnista semanal de Cultura en El Argentino Diario en su formato papel.


NOTAS

(1)Clara Beter Ediciones (https://www.clarabeterediciones.com.ar/), Colección Poesía Nuestra, ISBN 978-987-48958-0-6, 60 pp., Buenos Aires, Argentina, 2023.

(2) In der Strafkolonie, Kurt Wolff Verlag, Leipsig, Alemania, 1919.


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