Reportaje por Matilde Durán
Restrepo
Imágenes gentileza del archivo el
autor
Editorial
independiente de la Argentina distribuyó en librerías físicas y virtuales una
nueva entrega del poeta local, de reconocida y premiada trayectoria. Aquí lo
reporteamos en exclusiva para ALA DE CUERVO-VOCABLOS.
Matilde Durán
Restrepo: -¿Es usual
en la Argentina que un sello editorial se arriesgue a publicar poesía?
Luis Benítez:-No
lo es, en particular tratándose de un autor de la generación intermedia como
yo. Esto constituye un gran mérito en cuanto a la difusión del género nacional
por parte de Ediciones Palabrava, dirigida por la poeta y narradora Patricia
Severín, con la codirección de la Lic. Viviana Rosenzwit. Ediciones Palabrava
es una empresa editorial de la provincia de Santa Fe que ya viene aportando más
que interesantes lanzamientos tanto en prosa como en poesía. Todavía con pocos
años en la plaza de mi país, fue fundada en 2012, Palabrava ya ha consolidado
un atractivo fondo editorial, constituido por autoras, autores y obras de gran
valía. Es un honor para mí que tan generosamente el sello me haya invitado a
formar parte de una de sus colecciones.
MDR:-Se acaba usted de definir como un autor de la
generación intermedia. Sin embargo, su trayectoria está marcada por buen número
de títulos, en poesía, narrativa y ensayo literario, publicados en su país y en
otros de América, así como en Europa.
LB:-Lo
de generación intermedia viene a cuento de una ubicación cronológica de mi
obra, que comienza a difundirse en los ’80. Es verdad que, por fortuna, luego
de un par de décadas mis trabajos comenzaron a ser traducidos y publicados en
el exterior.
MDR:-A la fecha, entonces…
LB:-He
publicado 42 títulos de poesía, narrativa y ensayística en Argentina, Chile,
España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Rumania, Suecia,
Venezuela y Uruguay.
MDR:-Respecto de Nadie
sabe dónde estuvimos, su nuevo poemario, se advierte en él significativos
cambios de estilo, en relación a sus obras anteriores.
LB:-Creo
que un autor siempre debe renovarse. Es parte de su proceso creativo el emplear
nuevas formas y otros recursos, lo que principalmente evita el peligro de la
autofagia, la repetición de moldes y maneras ya emprendidas antes para dar
cuenta de los núcleos de sentido de sus obras. Además, para cada abordaje
poético, referido a diferentes temáticas, existen discursos distintos y más
adecuados para dar con la forma más idónea en cuanto a los significados. Los
trabajos incluidos en Nadie sabe dónde
estuvimos son, además, bastante recientes: los escribí entre 2017 y 2019.
MDR:- Nadie sabe
dónde estuvimos exhibe mayores apelaciones a la ironía, el sarcasmo y el
tono cortante que en otros poemarios de su autoría.
LB:-Ciertamente
es así, y era lo más adecuado para ocuparme de los dilemas y vicisitudes de la
conciencia en el mundo contemporáneo, que estimo constituye la médula axial de Nadie sabe dónde estuvimos. La
incertidumbre presente, el peso del pasado y la amenaza del porvenir sintetizan
buena parte de la condición humana actual, por más que la civilización haya
alcanzado su desarrollo tecnológico mayor en nuestros tiempos. De todas
maneras, con desarrollo y todo, no logramos librarnos del riesgo de las guerras
posibles y totales, de los horrores de la injusticia, el hambre, la desdicha a
escala individual, las frustraciones cotidianas, las falsas esperanzas, las
repetidas desilusiones. La ironía que usted señala acertadamente en Nadie sabe dónde estuvimos es lo más
adecuado para el tratamiento de estas gravosas cuestiones, ya que ella resulta
ser una hermana cáustica del humor y el humor, bien lo sabemos, surge muchas
veces de la desesperación. A la impotencia del sujeto contemporáneo para
cambiar la suerte que le ha tocado, la ironía le permite observar todo con una
suerte de filtro protector: no elimina la desgracia, al contrario, pone su lupa
en los detalles, pero mitiga sus efectos.
MDR:- Nadie sabe
dónde estuvimos, en lo formal, también ofrece otras variantes, como el
empleo del lenguaje coloquial en muchas de sus páginas.
LB:-Así
es, lo que creo que posibilita una comunicación más íntima con el posible
lector; más íntima y más directa. Asimismo, en Nadie sabe dónde estuvimos y a diferencia de lo que sucede en mis
pasados poemarios, hago uso del voseo, tan característico de nosotros los
argentinos, aunque su empleo no entraña dificultades de comprensión para el
lector extranjero.
MDR:-Para terminar, hay algo curioso en Nadie sabe dónde estuvimos, poemario que
usted escribe entre 2017 y 2019. En uno de los poemas, el titulado Zyklon©
Valley, habla de la pandemia que sigue azotando nuestro mundo.
Específicamente en la estrofa que dice: “se
promociona un milagroso medicamento / en todo el mundo / en previsión de las
futuras epidemias / porque viene la guerra / y luego otro y otro y otro”.
¿Cree usted en la casualidad, Luis Benítez?
LB:-No
creo en la envejecida fórmula del poeta vidente, pero tampoco en las
casualidades. Ni en la poesía ni fuera de ella existen las casualidades.
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Oh, qué buena noticia. Felicitaciones, Luis. Y saludos a Matilde Durán Restrepo y a Viviana, a Patricia y a Teódulo!
ResponderEliminarFELICITACIONES! apreciado Luis, una alegría saber de tu nuevo poemario y también por esa nueva estética que decís en la nota has inaugurado. un gran abrazo. Aldo Novelli.
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