Por Luis
Benítez
La editorial argentina Grito Manso (1) publicó hace algunos meses el poemario Carcome, del poeta local Juan López, dentro de su colección Ruido Blanco. Con diseño de cubierta de Damián López y de interior por Bruno Cervi, la cuidada edición de este nuevo título del reconocido autor mendocino confirma el aporte en presentación y calidad de contenidos que viene haciendo el sello independiente Grito Manso desde su establecimiento en 2017.
Las 130 páginas de Carcome (ISBN 978-987-86-3931-4,
Mendoza, Argentina, 2020) permiten comprobar el grado de síntesis y potencia
discursiva que posee su autor, en un conjunto equilibrado y que obra como
disparador de polisemias constantes, un rasgo que se conjuga con su capacidad
para llegar con la mayor contundencia a la sensibilidad del lector.
El minimalismo, que en otros
intentos autorales se malogra al confundir sus gestores “síntesis con
chiquitito”, juega sus plenitudes mejores en Carcome, merced a la habilidad de López para acceder sin mayores
vueltas de tuerca a los núcleos de sentido que quiere y sabe expresar con un
estilo que ya le es propio y fácilmente distinguible en el panorama de las
letras nacionales.
Nacido en Mendoza en 1962 y
correspondiente a la generación poética argentina de los ’90, Juan López ha
realizado en las últimas décadas un conocido aporte al género local, con una
variedad de títulos que confirman el trayecto evolutivo de su poética. Ya en
sus primeros trabajos se encontraban en germen los territorios del lenguaje y
las connotaciones que desarrollaría después, hasta el logro de la voz propia y
los universos personales que distinguen su obra.
A la fecha y antes del título que
nos ocupa, dio a conocer
Poemas
(1999, Ediciones Simples), Ciclos vitales
(2001, Ediciones Simples), Mirá (2005,
Ediciones Simples), Arañas (2009, Carbónico
Ediciones y 2019, El Buen Libro Editorial), Notas
de agosto y otros poemas (2011, Editorial Luna Roja), La palabra taxi y otros textos (2013, El Andamio Editorial, y 2017, El Andamio Ediciones), Siete poemas (2014) y Co(n)razón (2018, Editorial Ananga Ranga).
Es relevante el dato de las
reediciones que han tenido sus entregas en un contexto como el argentino, donde
no es un hecho habitual, al menos para el género poético.
En Carcome asistimos a una economía discursiva aún mayor que en los
poemarios antes señalados, rasgo que lleva a admirar la potencia epigramática de sus aciertos, que son muchos y muy diversos
a lo largo del volumen. Resultan conocidos los riesgos que conlleva la opción
del verso austero y el trabajo en pocas líneas por página: fácilmente el
intento desbarranca y se va al abismo de las medias tintas y el planteo cortado
a la mitad o a la quinta parte. Sin embargo del desafío sale más que airoso el
poeta argentino, gracias a su capacidad para dar con las palabras justas y más
precisas. La felicidad sintáctica encontrada revela que era factible aludir al
misterio de lo real –territorio privilegiado del poema- sin que de lo evocado
al papel se pierda ni una sola gota.
Otro de los recursos empleados
por López para este logro es el uso de la fragmentación bien dirigida, donde el
segmento permite inferir sin tropiezos el conjunto de lo aludido, ya que el
juego de alusión / elusión se exhibe como algo similar a los conocidos dibujos
incompletos, donde se debe unir con una línea los puntos señalados a fin de que,
de tal manera, surja ante los ojos el trazado final. En poesía este camino
exige una consumada pericia lingüística, ya que el control de los claroscuros
-que apenas rozan las iluminaciones elegidas por el autor- marca una línea muy
estrecha de maniobra posible. En ese angosto espacio entre el vacío y la
plenitud discursiva es que López instala su poética de lo fragmentado y es
capaz de ponerla en altorrelieve.
El pachwork –almazuela, decimos en español castizo- obtenido teje y
entreteje sentidos unos con otros, dando una nueva clave del conjunto: Carcome está compuesto por poemas que
dialogan entre sí y se modifican mutuamente, por lo que debe ser leído mejor
como una compacta unidad que como una colección reunida bajo un mismo título.
Pero al modo de las partículas fractales, que poseen la capacidad de
transformar el entero del que participan, las secuencias elaboradas por Juan
López no se limitan a completar las precedentes y posteriores, sino que poseen
capacidad de transformación multidireccional constante y ello determina que
recorra el volumen una energía dinámica muy particular, que a cada lectura
revela más y más sentidos posibles de un mismo texto o grupo de poemas donde la
atención se ha fijado nuevamente, atraída por un chispazo que en la primera
recorrida pasó por oculto.
En suma: Carcome es uno de los más interesantes poemarios que ha dado el
género en Argentina, en el año de su aparición, y siendo la poesía la
disciplina de relectura por antonomasia, seguramente el lector acudirá a este
volumen más de una vez en lo venidero.
(1) Grito Manso es una editorial independiente con sede en Mendoza,
Argentina, dirigida por los poetas Javier Piccolo y Gonzalo Córdoba Saavedra,
que publica autores del país y también de Chile. Su WebSite es https://es-la.facebook.com/gritomansoeditorial/, y su mail gritomansoeditorial@gmail.com.
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