La muerte de los estorninos sobre Roma

 


Teódulo López Meléndez

1

Volaban sincronizados a la imaginación de una galaxia. Al unísono se defendían de los arcos. Buscaban alimentarse del silencio del tedio de los escombros con miles de soles garabateando las amenazas.

2

Decían en lenguaje común el atardecer lo suficientemente bajo para sobrevivir y entrar en el sueño comunicados con el vuelo. Cantaban indicando su posición y evitando los atropellos de las siluetas mediante la evasión de la luz que vulnera.

3

No había halcones sino hombres en la peligrosidad esmerilada. No se preveían asteroides desmigajándose sobre la exhortación del desdoblarse y sólo los núcleos se giraban. Los estorninos alfombraron Roma y el hedor a pólvora. 

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