Por Luis
Benítez
El pasado jueves 3 de octubre se
produjo la inauguración de la muestra “Identidad”, de la artista plástica
Adriana Gaspar (Buenos Aires, 1958 *), en las instalaciones de Espacio Y, Lugar
Cultural, de la Ciudad de Buenos Aires. El ámbito en cuestión, dirigido por Cristina
García Oliver, ya tiene un calendario propio y bien reconocido por el
espectador porteño en el curso del año.
Gaspar: sutil puesta en evidencia
Sin duda, este nuevo encuentro
con lo público, por parte de la artista argentina, señala una de las líneas ya
constantes en su vasta obra, que se expresa a través de lo pictórico empleando
variadas técnicas, así como en la creación de objetos artísticos a partir de
diferentes materiales. Es el trabajo de Gaspar fuertemente expresivo y la línea
de referencia en esta muestra está atravesada por la puesta en evidencia de la
problemática de género, no plasmada propagandísticamente ni apelando al simple
panfleto visual. Por el contrario: en sus obras la línea se manifiesta sin
retaceos a través de sutiles intervenciones operantes en la imagen ofrecida a
la sensibilidad del espectador, que acrecientan señaladamente la potencia de
cada trabajo.
La cuestión genérica se nos
revela, gracias al arte de Gaspar, con toda su compleja estructura de
vulnerabilidad, pérdida identitaria, sometimiento secular al maltrato, el abuso
y la degradación, así como al odio por lo ajeno y otro, plasmado en las
puntualizaciones ejercidas por las obras acerca de cuanto refiere a la
mutilación, el ocultamiento, el horror y el envilecimiento. No en balde en esta
muestra, significativamente titulada “Identidad: Relato de una búsqueda en
ausencia”, Gaspar eligió la tridimensión como la base desde donde disparar
sobre el que contempla. Al corporizar, saliendo del plano y del universo
signado por la línea y el color, lo que hace es agregar cuerpos donde ya no
están o bien se encuentran amenazados por un “ya no estar” pendiente siempre sobre
sus cabezas. Surge así, de las diferentes facetas que conforman la muestra, el
clima general del unheimlich,
concepto habitualmente traducido del alemán como “lo siniestro”, muy divulgado a
partir del título de una obra de 1919 publicada por Sigmund Freud (1856-1938).
Sin embargo, en lo puesto en tridimensión por Adriana Gaspar el término parece
retomar las condiciones denominativas que le daba, antes de Freud, el filósofo
germano Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling (1775-1854), referente clásico
del idealismo romántico alemán. Es Schelling el primero en hablarnos de aquello que resulta “extraño e
inquietante”.
La artista del síntoma
Como sabemos, tradicionalmente el
concepto de belleza ha sido reconocido como la cumbre máxima en términos del
arte, por vetusto que ello nos resulte ahora, en el siglo XXI, y una de las
visiones estéticas que carcomió esa predominancia fue –precisamente a partir de
fines del siglo XVIII- el surgimiento y la valorización creciente de una nueva
categoría, la del arte que indaga y se apropia de los dominios de cuanto
extraña e intranquiliza, porque nos señala que algo que estaba destinado
primariamente a quedar soterrado, prohibido a la mirada, vedado a la
consciencia, de todas maneras se ha manifestado y ya no podemos ignorar su existencia:
eso es, desde la estética, lo unheimlich.
También definido –y no son apreciaciones opuestas sino complementarias- como lo
ominoso que nos resulta familiar, ya conocido y por eso más temible, el unheimlich en la obra gaspariana y
marcadamente en “Identidad: Relato de una búsqueda en ausencia”, es la
corporización de lo femenino mutilado, vejado, reventado, ensuciado, negado,
ocultado, en definitiva, sancionado por el orden patriarcal que no tolera su puesta en evidencia ni la
denuncia de sus actos, pero que desde lo fantasmático, lo sintomático,
justamente esa sutileza del arte de Gaspar, vuelve una y otra vez ante nuestros
ojos que ya no podrán cerrarse ante él, como quiere y ordena la jerarquización
dominante. No es poco mérito lo logrado por Adriana Gaspar a través de sus
corporizaciones artísticas y quienes tenemos el privilegio de asistir a sus
muestras bien sabemos, en cada ocasión, agradecérselo.
(*)Licenciada en Artes Visuales. Artista plástica que desde hace décadas
realiza muestras individuales y colectivas
en el país y en el exterior. Ejerce desde sus comienzos la Sub Dirección
de la Revista Generación Abierta
(Declarada de Interés Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, en 2000) y
es responsable de la Sección de Artes Visuales. Conferencista en
Congresos de Arte y Literatura. Investigadora del arte contemporáneo y autora
de ensayos, prólogos y artículos para la
Revista Generación Abierta, libros y otras revistas culturales del país. Es
colaboradora permanente del programa Generación Abierta en Radio (FM Cultura).
Realizó la ilustración de libros de poesía y ensayos y en 2010 obtuvo el titulo
en la Carrera de Especialización en
Producción de Textos Críticos y Difusión Mediática de las Artes.
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