NO SÉ PARA QUÉ QUIERO ESTAR CONTENTO
Poemas
(Para el poeta y amigo querido Téodulo
López Meléndez)
José Pulido
EDIPO
Si
te ataca un belicoso guerrero viejo
cuando
aún no te has conocido a ti mismo
capta
bien su cara antes de matarlo
Si
tienes que salvar a una ciudad
develando
las metáforas de una esfinge
detalla
minuciosamente
el
rostro de la reina que te va a premiar
Antes
de vaciar tus ojos de culpable adolorido
observa
por última vez esas pupilas
solo
tu madre ha estado más cerca que el espejo
EN EL
VERANO
La invisible tormenta que las flores esparcen
adereza el llanto de las crías
miles de seres celestiales se alejan en la línea de
humo
lo ha observado cuando el celaje de la ardilla
agita el verde abanico
podría besarla si ella estuviera contenta
escuchando el burbujeo de la cerveza
pero da igual que se desahoguen
las ruedas de la bicicleta
sobre la grama donde sus labios tiemblan
LEJOS DE CASA
Un motel un espacio criminal
una soledad
cero ángeles bajo la luz
artificial
del deterioro amén
el agua sin hielo con insomnio
la desesperanza
la oscura lápida sobre la
carretera
quizá tarde un siglo el
amanecer
insectos y demonios saltan
al pozo de los sueños
cama desconocida hedor de fiera
quién sabe cuántos kilómetros necesita la melancolía
DE TEJER CON LANA
El
mundo es más hermoso y brutal que todo lo dicho
hasta
ahora
Se
sabe que existen territorios de hielo,
de
agua salobre, de arena como brasa,
de
cavernas y selvas introvertidas
solares
con perros que gimen, sótanos de carne colgada
lugares
sombríos,
parajes
tan altos que se pierde el concepto de raíz
sus
extensiones florecidas, congeladas, desérticas, apagadas,
transparentes,
sarmentosas, húmedas y habitadas
pueden
crear y matar
con
solo un toque de antena de grillo, de numen,
con
las uñas del sol en el pescuezo, con nubes de colmillos.
Y
el hombre inventó lo demás, aquello ardiendo en lo filoso
el
dolor como una gramática del alma
En
cada segundo está todo incluido
los
terrenos, los bosques, los mares, las manadas,
lo
diminuto, la simbiosis, lo imposible de captar por distante
o
por cercanía
y
quien logra mirarlo percibe el anverso dolor de tenerlo
reflejado
en el reverso dolor de perderlo
Las
ovejas con su instrumento
las
ovejas con su instrumento de humildad
esa
apacible redondez de invierno
cubriendo
las pesadillas de la maternidad atormentada
las
mullidas ovejas ofreciéndose al escalofrío y entregando su lana
para
que el olvido arrope a los corderos que juegan
en
aquel patio, en aquel lecho, en aquella cocina de oraciones vanas
En
los lechos, en las cocinas y en los patios
tejiendo
túnicas las mujeres con sus ojos de vírgenes
con
sus cuerpos trasquilados
las
mujeres huían de sí mismas
tejían
con esa lana misericordiosa
con
el susto de esa lana asustada
apenas
intuían lo que deseaban ser
solo
a través de sus ojos se revelaban los candados
de
sus vastas prisiones
El
mundo es más brutal y hermoso de lo que se ha vivido
un
día tendremos miedo de ver el día siguiente
y
no se podrá huir para adentro ni para afuera
los
más cultos creerán que la nostalgia es una rara enfermedad
mira:
se me ha olvidado lo que añoro pero lo añoro tanto
¿podrías darme un cordero, uno pequeño,
uno que no me vea?
POR ENCIMA DEL OLVIDO
Una frase en la boca
de tersura que se repite en los espejos de mañana
su juventud a partir del saludable hastío
una mesa con vapor de tazas,
una vidriera gritando maniquíes
quizá una figura en asuntos salvajes
huyendo en las desesperadas armonías
de un centro comercial
que más puede recordarse de otra ciudad
nada con nombre y apellido verdaderos
aunque a veces se ha desplazado
en la voracidad de revivir instantes
la furia de un deseo
en el nervioso ticket saltando como insecto de libro
y el encendedor escondido en pequeños rincones
cargando el festejo de una tarde extranjera
o el desagravio existencial a la salida de un museo
la chispa de mostaza surgida del papel y el aroma en la
ropa
todo tan bajo en la manzana de la historia
a veces solo se tiene capacidad para que la lengua pruebe
aquella fruta silvestre que ya no hay más
y el oído escuche la multiplicación de voces de mujeres
en la demolición de luz del mediodía
y el olfato huela la casa muda en un portal con óxidos de
ausencia
y el tacto ah contigo y el abrazo evaporado
en el escondrijo de huesos anímicos
donde funciona el desván de los difuntos
y los ojos dispuestos a enfocar apenas un recuerdo
si logran ver la forma de una hora determinada
en el ambiente de algo que podría semejarse a un cuento
suyo sin ustedes, eso que la ciudad rompió
algo que no es palpable y que tampoco es sueño
hay momentos de adorno, simples horas gastadas en mirar
sin sentir otra cosa que no sea agudizar la vista en el
salmo del tedio
y decirle hola a la sed.
AQUÍ,
PENSANDO
Ojo: estoy viendo las nubes pensando en aquellos
años
cuando creía que los paisajes no podían deteriorarse
a causa de las miradas miserables
y unos árboles tan navideños se han secado
y se han vuelto cascajos unos techos
y se ha podrido la mitad del horizonte
porque la monstruosidad vigila
Tampoco imaginaba que pudieran rodar tan bajo
los espíritus prójimos emponzoñados en el suelo
Allá va otra serpiente de algodón tan presente y tan
lejos
en la mesa ha quedado un pedazo de pan
y hay una mancha de sol durmiendo sobre el gato
Ya han pasado muchos años
desde la época en que mordía con fiereza
y respiraba todo el aire
esta debilidad es una ventaja para existir a la
deriva
cuando añorar se convierte en un pesado trabajo
Mi esposa y yo estamos quietos en una víspera
infinita
observando el devenir
somos un puerto endeble de crujiente madera
deseando convertir en barco todas estas ventanas
MI GATO SOLO
Hace meses que estoy fuera de casa
y mi gato apenas deja su escondite
debe estar enroscado entre mi ropa vieja
con sus ojos perversos de amatista completamente
adentro
guardados para el día que nos encontremos
espera escuchar mi voz para retornar a la sala
y subirse a mis piernas
su tiempo ahora debe ser
como la oscuridad que se ha quedado
en la fosa de los calamares
la nada cubriendo su cuerpo tembloroso
algo interminable para su concentración felina
una muerte, dos muertes, tanto miedo
debe pensar que lo he abandonado
como a los zapatos que le gusta escarbar
mi gato es todo lo contrario de la eternidad y de lo
breve
porque el tiempo no se agazapa
no mira a través de la noche
no acaricia el pie no rasguña la puerta
que mi gato espere por mi durante meses
convierte la tristeza en temporada
a cada rato cree escucharme hablando
porque sueno a derrumbe de parapetos al mediodía
y se asoma a la sala
y cree que están mis piernas
pero solo hay sofá
LA EXISTENCIA
La existencia dicta los
derechos
y la esencia dicta los
deberes
ese podría ser el esquema
de todas las relaciones
pero cuando estaban
intentando entender el solsticio de invierno
decidieron separarse tan
iguales a los broches de una chaqueta
no se besaron y sin embargo
se despedían para siempre
habían conjugado sus
espacios con gran justicia
y sus movimientos en el
terreno del amor
aunque aquella Navidad tan
repetitiva
que en realidad no
celebraba el nacimiento del hijo de Dios
sino todo lo que enternece
y divierte
fue una encerrona de días y
días aburridos
hasta el punto de que uno de
los dos comenzó a decir
que necesitaba cambiar de
vida
como si pudiera cambiarse
lo vivido
Ella se despierta
de madrugada y su brazo izquierdo
abre el gran
trigal de las estrellas por la mitad
¿Sabes cómo eran
tu abuela y tu abuelo? le pregunta
y es innecesario
pero agrega
¿tienes fotos de
cuando ellos posaban?
ella responde que
no, y su brazo derecho
cae en la cama
empapada de lumbres y de fuegos
Creo que hasta
ahí llegan nuestras familias
yo tampoco tengo
fotos de mis abuelos dice él
NO SOMOS
TESTIGOS
Estoy mirando el aire transparente
agradecido ante la vida que ha engendrado un mundo
y nos ha realizado tan minuciosamente
que nos creemos enfrente de ella
testigos de ella
comentaristas ajenos a lo que se está secando allá
a lo que grita reverdeciendo allá
a lo que se va estremeciendo desde un centro
poderoso
absolutamente escondido
en un parpadeo hermoso pero injusto
pasé de lo infantil a la vejez
¿cómo quieres que entienda el papel que me has dado?
No sé, vida, no sé: mueve tus olas y tus pájaros
agita tus truenos y tus capas de rocas y tus
malditas pestes punitivas
no sé, vida
no puedo ser un hombre como quieren tus cromosomas y
tus savias
tus ritmos animales que nos vamos comiendo de mayor
a menor
quisiera ser tan útil y seráfico
amo tus milagros florales con abejas
cada abeja y cada flor podrían ser las diosas que no
he conocido
en persona
nadie tiene miel en los labios
No puedo ser un hombre como quiere la historia
sabio, valiente, traidor o cobarde
solo soy esto que se va
un cuerpo hecho de emociones
construcción de sabores al azar, Cristo Beethoven
chocolate vino
olores, miedos y placeres
arriba, por un lado, lejos, en la boca la sangre, el
mordisco y el beso
Estas manos de acariciar y trabajar
estas piernas y estos pies de conducir mis ojos y
buscar
la dirección de habitación del alma
Este pecho tan aturdido como un arbusto recién
cortado
esta caja de huesos a quien le doy tanta importancia
como a un poema difícil de leer y fácil de sentir
Ah, qué mala manera de molestar los logros que hasta
ahora
ha manifestado la humanidad
pero yo formo parte de ella aunque cante en la rama
de lo oscuro
No sé, vida
soy un cuerpo fabricado por mi madre y por ti
por las premuras y el soñar
mi conciencia me explica que todo lo nacido en tu
fervor
es tan perfecto como la conjunción de flores y
abejas
La muerte es una perfección
siempre se usa como principio o final de las
historias
Y yo solo quisiera que reconozcas el mecanismo
imperfecto
elaborado sin ti y sin tu muerte capitana
esto de sentir y escribir poesía
no es buscar néctar y llevarse distraídamente el
polen
para que la siguiente planta quede embarazada
aunque podría parecerse
es más bien una función orgásmica
que se te olvidó completar
un enredijo escapado de tus sueños entre germinación
y podredumbre
Ahora miro el aire transparente y te agradezco
por tener ojos y volar con ellos y saborear la luz
Este poema como todo poema
(engendrado disfrutado procreado querido)
nace cada vez que lo lees
La avispa reina mastica la madera y las demás
avispas fabrican el papel
y hacen sus celdas con la única ilusión de proteger
la especie
aunque no sudan miel ni ayudan con las flores
en definitiva la especie seguirá protegiéndose
para mantenerse hasta la saciedad
y su poesía radica en que quizá esperan que alguna
vez
todas las avispas estériles de dulzura
sirvan de algo a las estrellas o viceversa
hay que tener presente un viceversa
el papel del papel se comprende al convertirse en
cuna
No sé vida
el papel donde todo poema se estampa y surge
ha sido masticado por la avispa reina para que el
poeta escriba
y servirá alguna vez a la persona que necesite un
rezo
a todo aquel que sienta la locura rompiéndolo
el poema acompañará sin fingimientos torvos a quien
ande orillado en el suicidio
y también podría perderse en olvidos de mufa
en archivos y estantes
en fósiles de libros
pero tú, que seguirás buscando perfecciones
esquemáticas
no podrás evadirlo
ni colocarte enfrente como simple testigo
el poema está ahí para resguardar la vida del poema
que es propiamente una vida viceversa
algo tan poco eterno nunca muere
NOSTALGIA DE
CIRCO
En la bahía de su sombra temblaban
el fantasma de la cintura y un complejo barbitúrico
a lo antes señalado arguye con un gesto
que su desprecio de ninfa
serpiente de ojos negros sin acústica
puede hundirnos
El amor huye de la amargura y de los nervios
como el ínfimo cangrejo
ante la estampida del ocaso
Viendo estallar las pompas de jabón
el tragasables augura y le murmura
que un día se elevará de nuevo
como suplente de una ausencia
pero en la edad de lavar ropa
los trajes deben lucir su fantasía
Usen los ojos de mi infancia
como epitafio para circos
un ciclón hundió sus ojos
y estaban llenos de jaulas
sepan que los marfiles nunca flotan
y en la radio se ahogó el circo Razzore
¿Che distruggono la mia salute? ¡no!
¿Que l’amore? me destroce? ¡sí!
aprender italiano es un juego que asumo a mitad de
semana
cuando de repente necesito el losartán
es tan popular el losartán
ella lo trae, buscado y encontrado
pero cuando me besa cadencioso el beso
difiero de las medicinas
ahora solo quiero disfrutar bajo la carpa
que es una sombra oftálmica de mantarraya
El hechizo era algo más que una emoción de escena
espectáculo alegre, misa de miedos frágiles
que se ha marchado pero no se ha ido
porque es lo excepcional que nos conmina
la magia cruel de los lenguajes escondidos,
el gran logro del cuerpo hermoso
cincelando el suicidio
y el espíritu grandioso en su cojera
que nos ayuda a levantar el día
como la pesa de mi mujer forzuda
La flacura cansada evidencia la vejez del tigre
la escasez de risas hace notar la vejez del payaso
el llanto de la trapecista borda un mapa de arrugas
la carpa remendada no es el cielo
los mástiles no aguantan el castaño sitio tormentoso
el colorido sepelio de la pequeña caja sin público
invitado
todo indica que el lunes
amanecerá vacío ese terreno
OLOR DE PASAPORTE
Ese olor tan
siniestro en mansedumbre
me arrastra en la
cocina me disuelve
lleva consigo el ajo
de las almas
lleva antorchas mi
madre en el silencio
debo decir que
almuerzo con la musa
de rostro seco y
déspota y de ardores
si fuera de hambre
esta mañana
retornaría mi patria
en los horarios
sumido en llanto el
mediodía sin trenes
quizá ni me recuerden
los amigos ahora
Mirando el pasaporte
que a veces es azul
sentí los pormenores
de las habitaciones
clamor atolondrado de
gavetas de olvido
la plegaria del
viento en cortinas resecas
preguntando
inclemente “¿dónde están?”
Nacer en un país
significa que es tuyo
lunar de tu
epidermis, ampolla en tus talones, un júbilo en tu pecho
aunque no tengas
árbol, ni remanso ni orilla
Las cataratas y los
cerros, las carreteras que imaginas
infinitas
hasta llegar a otras
carreteras más lejanas
son una adquisición
de la niñez
como Dios, como el
Niño Jesús y los helados de paleta
un humilde tesoro
pero tesoro al fin
que te ha dejado
debajo de la almohada
el perplejo conejo de
la identidad
El bello desorden
indescifrable de las aves
las plazas frígidas
de estatuas confundidas
los cines, los
paseos, las escuelas
todo lo sientes tuyo,
de tu casa de ti, nacidos de tu madre
maullidos y ladridos,
la almas que se ríen ciegamente
todo te pertenece sin
tenerlo
El cielo es tu cobija
heredada y usada
¡Ah, qué cobija con
nuestro olor teñido!
y sabes que hay otros
como tú si puedes reclamar
cuando te arrancan un
poco de terreno un poco de respiro
un poco de café un
poco de protesta y de familia
Y dejas de tener país
cuando de verdad te tumban el caimito
te apartan de los
árboles, te empujan lejos de los mangos
te desgarran la
orilla, la carretera queda prohibida
se llevan las
cataratas y los cerros cuando los secan con el oro
Las plazas te
asesinan si las cruzas o te laceran con sus burlas
se te desnutren en
arpistas huesos
los descendientes,
los perros y los gatos,
y el canto natural no
llega a tus oídos
ya no puede vivir tu
madre sin jardín en medio del averno
ya no respira tu
madre sin aire respirable
ya no cocina más, ya
no sonríe su cabello de ángel
Ese clamor que se oye
en el extremo
quejándose por dentro
de lo sordo
sabe que el
territorio es un espíritu
y cuando no hay país
se busca el alma
que es una fundación
de hogares juntos
donde deben nacer de
nuevo los abuelos
REMBRANDT SONABA COMO UN ARPA
La lanza oscura que
esgrimes matará
aunque no la
veas
aunque tu brazo de
agredir no la sienta
¿cuánto tiempo han vivido abrazados
el hombre y el odio?
Tiemblan las esperanzas cuidando sus pichones
porque al hombre le gruñen las tripas furibundas
el odio y la superstición rugen y se aproximan
sus arrebatos cancelan toda vecindad misericordiosa
la ignorancia y el odio abren sus mandíbulas
y es un suicidio lo que el hombre hace con su propio
nido
Es que usted no se sincera y continúa diciendo
que no son crímenes sus crímenes
que son una loable decisión del partido
hagan pinceles con los cabellos de los asesinados
el partido puede fusilarlo todo
ríos y ornitorrincos
bachilleres y poetas
el baile flamenco y el borde de las islas
Un día sentirá su propia lanza en el costado
cada rencor es una lanza de materia innoble
en algunos casos el metal es justo, el metal
indígena
poema que nace y respira al milésimo intento
Saúl abraza su lanza en una habitación apacible
escucha y mira las manos de David tocando el arpa
arpa vieja sin clavija
arpa del llano endiablado
David era más sutil con la honda que con la música
Saúl alistaba su lanza como si escuchar a David
fuera un campo de batalla
Tenía hondos deseos de lancear al arpista
pero cada nota derribaba a Goliat
Si acaricias toscamente las cuerdas de un arpa
sonarán como cuando pronuncias el nombre de
Rembrandt
y el asunto es que Rembrandt había imaginado a David
usando de modelo al pensador de Holanda
el que pulía cristales para mirarte mejor
el pintor ha podido multiplicar la furia de Saúl
si ese rey hubiese adivinado el advenimiento de
Spinoza
Qué voy a decir ahora que tengo este cuerpo
qué voy a mirar ahora con ojos que se fueron
no necesito sentir que he caído en el mismo hueco
me quedo mirando unas aves tan desconocidas
y pienso que eso podría considerarse un instante
feliz
porque no estratifica percepciones de templo
y nada tiene que ver con lo demás
También me descompone la amontonada lástima
que producen los ojos de los animales asediados
desérticos, polares, montaraces
forrados en hambruna planetaria
una lástima pesada como máquina
una dolorosa lava ardiente
amarga lava de melaza gruesa convertida en asma
que debería trancarle el pecho a Dios
esa lástima inútil que se traga
toda posibilidad de reacción
Me duelen las angustias de David en el cerro
sabiendo que no es David y no es un oso
Spinoza conoce una lente desde lejos
y se lamenta igual que cualquier puma retratado
porque mientras más fotógrafos lleguen
habrá menos naturaleza
el rey Saúl quedó fuera de todo eso
solo el arpa ha trascendido un poco
Muchachos ¿qué han pensado de no vernos más nunca?
de no cruzar los mismos callejones
de permitir que el destino coloque sus fronteras
ya nos volveremos a encontrar si Rembrandt ha
pintado el futuro
de lo contrario lo mejor es vivir
vida también es eso que va dejando partes de
anteojos
varillas, vidrios rayados, en el camino de los
escritorios
carnets vencidos como el cuerpo
libros con fotografías de pinturas para efectos de
la soledad
EN LA SEMANA
Y la gente escucha
música o sufre una barbaridad
porque la carne
escuece
porque en el asiento
de al lado no hay nadie
porque es inusual que
se palpen el alma y el espíritu
hay abismos tan
felices, hay abismos tan ardorosos
la gente camina de
repente hacia el abismo feliz
recién bañada y
recién vestida y recién creída
porque se somete a
las presiones de la única vez
la única vez que se
va a vivir
la única vez que se
va a respirar lo límpido completo
todo el argumento que
está de acuerdo amor de amores
el aire mentolado, el
cuerpo de adorarse,
el triunfo, el magno
cosmos más allá del vértigo frutal
el milagro verdadero
esperado que en lo efímero anda
la única vez que se
perdona
el amén del orgasmo
el amén de la calma
el amén de los
monstruos ancestrales
La gente quiere
comprarse algo
ahí en la semana, ahí
en la caminata
calcetines o medias,
unos zapatos, no el cielo, no quimeras, una sortija
en el censo de Dios
salió una noche
el nombre de una
estrella fugitiva que jamás fulguró
la gente cuando baila
ese gusto prehistórico que ya no halla pareja
marca pasos mentales
piensa el ritmo ensaya penitencias
se aturde y no hay
escape
porque la carne
escuece
y esa avalancha de
tardes aplastándolo todo y mañana de nuevo
tómalo así con música
el embrujo
ella, por ejemplo,
acaba de decir
que está sangrando
normalmente
DE AMORES SERÁ
Día y noche y madrugada, cama, almohadas y penumbra
se anegaron de caricias y descubrieron un pozo
desde el fondo de las cosas, de los cuartos
los polvorientos universos de estrellas sin barrer
jamás habrá un verano que marchite esos besos
pero hasta en fríos inviernos serán pasto de llamas
esa lucha de amor es una marcha cruenta sobre un
desierto lento
cuando la sed agobia
los ojos son el agua y la serpiente
Tanto cómputo y proceso, tanto colesterol, lo no
amoroso
yo hice esto, yo agarré, yo acaricié
no volveré a contar lo sacrosanto
estar a punto de saber qué somos, esa es la
sensación
esa es la oscura puñalada atravesando siglos
pero se necesita fe para mostrar que hiere
palomas picoteando el invisible arroz de las aceras
hormigas buscando su alma gemela antes de la
tormenta
El amor es una tardanza, un desplome, una época
veloz
que valga como recuerdo tierno y alevoso todo esto
el ogro eterno inventando trampas de atrapar belleza
y ella somete con su carne el desgarrar de los
colmillos
el susto perfecto consiste en caer desde la cima del
corazón
y rodar hasta el vientre
Casi se olvidan del amor emponzoñados de placer
y no pueden argüir si la tristeza es un veneno
había un olor de ángeles y un almizcle de fieras
alguien estaba entrando y el cielo dejaba entrar
UNA RUEDA, DOS
RUEDAS
Fui con mi bicicleta
y tuve que frenar ante el vacío
un paisaje paralítico sin tu cabeza alborotada
un descoyunte entre la imagen que no estaba
y la presencia que me suponía
frené donde tronaban las centellas
y como en ese momento no llovió
desconfié para siempre de los truenos
Había un hueco más grande que una noche
donde a veces te sientas
el mar entero se concentró en mi pecho
el pecho lleno de ballenas
las tormentas buscando el apareo
con las nubes tortuosas
tu ausencia fue un calambre
en mis procesos de vergüenza
¿por qué no te ensañabas
usando tu perfecta indiferencia
ahí donde las golondrinas daban vueltas
creyéndole a los truenos?
Hasta cuándo será que tu figura
proveniente de lavanderas liberadas
exprimirá como obsesión los trapos de mi cuerpo
los pañuelos cardíacos
ni siquiera te das por enterada
de que tienes oficios criminales
retorciendo tristezas y haciéndome rodar
todo engrasado de equivocaciones
Estabas más presente que mi bicicleta
en aquel día desierto
jamás hablé contigo
nunca te dije que te buscaría
pero has debido presentirme
porque compré una bicicleta azul brillante
incendiada en platinas
pensando que mirarías con atención su desespero
sus frenos, sus pedales
Puedes pasar mil años sin manejar una tristeza
pero cuando tienes que encaramarte
en el mecanismo melancólico del desánimo
te arrebatas y en el acto entiendes
que el tejemaneje no se olvida
subes tu cuerpo al antro de la noche
abres tus brazos a la impotencia en cruz
tocas las soledades más viejas del planeta
truenas en el rencor de no poder hallarte
y lloras cuando cae el agua de la ducha
lloras, al fin, el mar.
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