Breve historia del Museo Bolivariano





David R. Chacón Rodríguez.


Con el fin de celebrar con toda solemnidad el Centenario de la Independencia de Venezuela, el Ejecutivo Nacional, emite un Decreto fechado el 19 de marzo de 1910, indicando los Actos conmemorativos que comenzarán el 19 de abril de ese mismo año. En él figura la reconstrucción del Panteón Nacional, la creación de la Academia Militar de la República, un jardín botánico. Igualmente se estipula la construcción de un edificio para la Biblioteca Nacional, un Edificio a prueba de Incendio para la oficina principal del Registro Público y Archivo Nacional y, en el artículo 6 se expresa: que adquirida para la Nación por suscripción pública, la casa donde nació Simón Bolívar en esta ciudad de Caracas, se la restituirá con la fidelidad posible a la forma que tenía en 1783; y luego, a continuación expresa que se establecerá en la venerable mansión el Museo Boliviano, y se consagrará sus muros a narrar en frescos o en lienzos la vida del Padre de la Patria[1].


Para cumplir esta disposición, el 28 de marzo de 1911[2], se destinó el edificio, que hasta entonces ocupaba la Biblioteca Nacional. Para establecer dicho museo, se dispuso hacer todas las reparaciones necesarias con el fin de adecuarlo al objeto a que fue destinado, para lo cual se aprobó el presupuesto de Bs. 31.500, presentado por el Dr. Vicente Lecuna. Este edificio, de dos plantas que aún se conserva, fue realizada por el Arquitecto Alejandro Chataing, y está situado al Norte de la Plaza Bolívar, entre las esquinas de La Torre y Principal[3].



En fecha 1 de mayo de 1911, el Ejecutivo Nacional designó una Comisión integrada por el doctor Teófilo Rodríguez, don Felipe Francia, doctor Vicente Lecuna, Don Manuel Segundo Sánchez y Don Christian Witzke, a cuyo cargo debía de correr el acopio y organización del Museo Bolivariano. Este último fue nombrado Director el 4 de agosto  de ese mismo año.



Una vez realizada las reformas pertinentes, se ordenó trasladar a él, los objetos, documentos y demás pertenencias relacionadas con el Libertador y su vida, los ilustres próceres de la guerra de la emancipación, y cualquier otro material de interés histórico.



El día 24 de junio de ese mismo año, a las 10 a.m., el primer Mandatario Nacional, General Juan Vicente Gómez, acompañado del Gabinete Ejecutivo, los miembros del cuerpo Diplomático y  los demás invitados especiales, presenció el acto oficial de la inauguración.



Allí, el Dr. Teófilo Rodríguez, de la Academia Nacional de la Historia y Presidente de la Comisión organizadora del Museo, hizo formal entrega del mismo, al Ministro de Instrucción Pública y en su discurso dijo entre otras cosas, que nada más a propósito para inaugurar el Museo Boliviano, que la escogencia feliz de este día que recuerda la victoria obtenida en la batalla de Carabobo. Acto seguido, el Ministro le respondió felicitando a la Comisión organizadora por el cabal éxito de su cometido. Una vez concluido el acto se abrió al público para que fuera testigo presente de la vida y obra de nuestros Libertadores.

Después de terminada la visita, se levantó el Acta de Inauguración en los siguientes términos:

El día 24 de junio de mil novecientos once a las diez horas a.m. el Presidente de los Estados Unidos de Venezuela acompañado de los miembros de su Gabinete y de los miembros del Consejo de Gobierno se dirigió de la Casa Amarilla al Museo Boliviano, done en presencia de las Embajadas, Cuerpo Diplomático residente, Delegados al Congreso Boliviano y de los Presidentes de las Cámaras Legislativas, el de la Corte Federal y de Casación, el del Concejo Municipal de Caracas y el Director de la Academia de la Historia, la Comisión nombrada para la organización del Museo Boliviano hizo entrega de éste al ciudadano Ministro de Instrucción Pública, quien lo recibió e incontinenti lo declaró solemnemente inaugurado a nombre del Gobierno Nacional.

Visitado el Museo detenidamente por todos los presentes terminó el acto y firman: Juan Vicente Gómez; F. L. Alcántara; M. A. Matos; Antonio Pimentel, M. V. Castro Zavala; B. Planas; Román Cárdenas; Trino Baptista; F. A. Colmenares Pacheco; F. González Guinán; Ramón González Valencia; Luis R. de Lorena Ferreira (Ministro del Brasil); V. M. Maúrtua (Ministro del Perú); A. V. Prollius (Ministro de Alemania); Carlos Felippo Serra (Ministro de Italia); John W. Garret (Ministro des Etats Unis d’Amerique); Licillo da Cinha Bueno (Secretario de Legislación de Brasil); León Genis (Secretario de la Legación de Bélgica); Adolfo León Gómez; Alfredo Gómez Jaine; R. Guerra; R. Villavicencio; J. de Jongh Ricardo (Cónsul General del Ecuador); Juan Pablo Peñaloza; J.M. Ortega Martínez; G. S. Riera; Ramón Ayala; José Ignacio Pulido; José Dolores Ríos; Leopoldo Baptista; Mariano García; Nicolás Rolando; T. Aguerrevere Pacanins; M. Parra Picón; Eduardo I. Dagnino; P. Acosta Ortíz; F. de P. Rivas Maza; Delfin M. Aguilera; José A. Tagliaferro; Gustavo J. Sanabria; J. A. Martínez Méndez; Emilio Constantino Guerrero; Roso Chechen; Félix Magliore; José C. Borda; D. Ricardo; C. Witzke; Felipe Francia; Manuel Segundo Sánchez; Vicente Lecuna; Teófilo Rodríguez; C. Escribens; E. St. Morales; Alejo Zuloaga; Luis F. García L.; Enrique Tejera; Rafael Ruiz Mirabal; J. de D. Sánchez Carreño (Edecán del Presidente de la República); Benjamín Velasco (Edecán del Presidente de la República); Santiago Otalora (Edecán del Presidente de la República); + Arturo Celestino Alvarez (Obispo del Zulia) + Antonio Ramón Silva (Obispo de Mérida); + Dr. Agustín J. Alvarado (Obispo de Barquisimeto); Pedro M. Alvarado (Provisor de Barquisimeto); Fr. Melchor Escoriaza (Misionero Capuchino); Fr. José María Ibarreta, O. P.; Juan Casanova; Pbro. Domingo Ocerin Jáuregui A.; Enrique Dubuc (Subdiácono); Olegario Villalobos (Subdiácono); Enrique Rodríguez A. (Minorista); Arístides Muñóz L. (Diácono).



Desde este día hasta la terminación de las fiestas centenarias fue el Museo Boliviano visitado por 50.756 personas.



El 4 de agosto de ese mismo año, el ciudadano Presidente de la República, nombra como Director General de Museos Nacionales al señor Christian Federico Witzke[4], cargo ad honórem que ejerció hasta su muerte.



Con el tiempo las colecciones se multiplicaron, gracias a la generosa donación de particulares y a las adquisiciones realizadas por el Estado. Por estas razones y las  necesidades de expansión, el 24 de julio de 1934, el General Juan Vicente Gómez  decidió construir un nuevo edificio en la esquina de Pajarito, entre la avenida Sur 2, y la calle Oeste 6, al Sur del templo de San Francisco. Tocará a su sucesor, el Presidente Eleazar López Contreras inaugurarlo. Acto que se realizó a las nueve y media de la mañana del 19 de abril de 1936[5].



El 2 de diciembre de 1940, el Presidente de los Estados Unidos de Venezuela promulgó el Reglamento de los Museos Nacionales, estableciendo en su artículo 2 el objeto de este museo, allí indica que está destinado a la guarda y conservación de los objetos y piezas históricas que hayan pertenecido al Libertador Simón Bolívar o a los Próceres de la Independencia Nacional, o que se relacionen directamente con hombres o sucesos importantes de esa época[6]. Luego, en las Disposiciones Generales expresa que en cada Museo se formará un Inventario General de los objetos existentes y de los que se vayan adquiriendo. En cuanto a las donaciones dice que deben hacerse acompañadas de una carta en la cual se dará el mayor número de datos acerca del objeto donado y su historia, a fin de formar la cédula correspondiente. En lo relativo los objetos que ingresen habrá un registro especial en el cual se indicarán todos los datos sobre la procedencia u origen, con el fin de que se pueda suministrar siempre una información precisa y verídica. Para los fines históricos y de estadística se llevará en los Museos un libro de autógrafos[7].



Poco tiempo después, el 28 de octubre de 1949, la Nación Venezolana adquiere las dos edificaciones adyacentes a la Casa Natal de Simón Bolívar[8] ubicados en la calle Sur 1, entre las esquinas de San Jacinto y Traposos, distinguidos con los Nº 20 y 24, respectivamente, para ser destinadas al Museo Bolivariano y a la Sociedad Bolivariana de Venezuela.



Después de asumir la primera magistratura, el Presidente Rómulo Betancourt,  decretó que se construyera del lado Norte la sede del Museo Bolivariano y del lado Sur la de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, conforme a los planos ya elaborados por el Ministerio de Obras Públicas, conservándose en ambas edificaciones las características de las mansiones caraqueñas de la época Colonial: casas de pocas plantas, con aireados patios y corredores de pilares alrededor, techos de tejas, todo en armonía con la arquitectura de la Casa Natal[9].



Posteriormente, se envió a la Dirección de Administración de Servicios y Bienes Nacionales, el acta sobre selección y destino que ha de darse a las piezas del Museo Bolivariano, que por origen y variedad, no guardan relación con el contenido del Museo[10] y se se dieron instrucciones al Museo Bolivariano, de acuerdo con una solicitud enviada por la Gerencia del Banco Central de Venezuela, para la donación de una colección de monedas venezolanas que posee el Museo a fin de que formen parte del Museo de Numismática de esa  Institución Bancaria[11].



La actual sede del Museo Bolivariano, está ubicada en la calle Sur 2, entre las esquinas de San Jacinto y Traposos, distinguiéndose con los números 20 y 24, respectivamente. Tiene un área de construcción de  833, 22 m2. El proyecto y la ejecución estuvo a cargo  del Arquitecto Graziano Gasparini,  a un costo de Bs. 1.917.506, 55.



Su fachada se hizo a imagen de la casa que Don Juan de Vegas y Bertodano construyó en 1783 y luego sirvió de sede al antiguo Colegio Chávez que fue demolido en 1953 para dar paso a la avenida Urdaneta.  Fue inaugurada el 17 de diciembre de 1960 por el Doctor Luis Augusto Dubuc, quien, en su carácter de Ministro de Relaciones Interiores, actuó en representación del Ejecutivo Nacional.



Este edificio se encuentra distribuido en los siguientes ambientes:

Planta Baja: Salón de exhibiciones especiales, Secretaría, Dirección, Biblioteca, Depósito Personal y limpieza, 2 salones, 1 hall (vestíbulo) de entrada, 4 sanitarios individuales; Primer piso: 4 salones y 1 hall (vestíbulo); segundo piso: 4 salones, 1 hall (vestíbulo)  y 1 balcón.



La organización del Museo, tal como ahora la conocemos se debe a la museógrafa venezolana Carmen Parra de Villani.



Con este cambio se modifica la estructura organizativa de esta institución, adecuándola a las normas museísticas más modernas, logrando así convertirlo en un organismo  colaborador del movimiento cultural de Caracas; prueba de ello es la asiduidad y aumento del público que lo visita.



Ahora, además de mostrar las reliquias que guarda, sirve de ejemplo y enseñanza viva de nuestra Historia Patria y estímulo para el estudio y veneración del glorioso pasado de nuestros Libertadores.



Entre todos los objetos dignos de admiración que se exponen allí merece destacarse la ropa que usó el Libertador en diversos momentos de su vida: la levita del uniforme militar del Perú, chaleco y pantalones, camisa de dormir, botas y anteojo de campaña, una ruana o chamarra de seda polícroma, las zapatillas de piel, su navaja, su pañuelo de afeitar, un cinturón con hebilla que tiene grabado el escudo de la Gran Colombia, sus charreteras, la hamaca donde descansó su infinita figura y otras piezas de uso personal. También se conservan allí testimonios de la vida Colonial y republicana de Venezuela como perenne lección para las generaciones futuras.



Está obra consta de las siguientes dependencias o salas: Corredor exterior de la Planta Baja, donde se localiza una significativa muestra de los escudos Coloniales que adornaron los sobredinteles de las puertas en las casa de algunas familias caraqueñas, incluyendo  el imponente escudo de Carlos V, labrado  en piedra de Araya por el maestro cantero Lorenzo Águila en 1532 y que adornara el Ayuntamiento de Nueva Cádiz de Cubagua hasta su destrucción por un cataclismo en 1540; la Sala de la Colonia, donde se observa un número importante de los objetos de esa época. Inmediata a ésta, la Sala de Formación con el árbol genealógico del Libertador y diversas prendas y objetos pertenecientes a él y su familia incluyendo la Biblia de su abuelo materno, su hoja de servicio y un medallón de su amada esposa María Teresa; la Sala de los Símbolos, donde se exhiben varias cartas, implementos militares, las nueve banderas que hemos tenido, desde la aprobada en el Congreso de 1811 hasta la última de 1957 y una interesante iconografía del Libertador; Sala de las Batallas, ahí se encuentra explicado  en un cuadro de plástico las principales contiendas de nuestra independencia, indicando gráficamente cómo se desarrolló,  mientras visualmente en el plano se muestra la estrategia iluminada con flechas y luces rojas,  diciéndonos  cómo actuaron los héroes libertadores frente a las fuerzas realistas. El proceso de realización de este pedagógico  plan de las batallas estuvo a cargo del Dr. Lino Iribarren Celis y del Comandante Víctor Maldonado Michelena. La coordinación técnica fue hecha por la señora Violeta Mendoza, del diseño y montaje  se encargó Álvaro de La Riva. Lamentablemente, en estos momentos por razones técnicas, el servicio se encuentra suspendido; Sala de Campaña donde se puede observar el libro Las Guerras de las Galias que perteneció al Libertador; Sala de Armas y Condecoraciones, en ella destaca la réplica de la espada que el Perú regaló al Libertador en 1825 y la espada del Generalísimo Francisco de Miranda; Sala de los Próceres con las reliquias que pertenecieron a diversos próceres de la Independencia; Sala del Pensamiento con pensamientos y facsímiles documentales referentes a la Independencia y, finalmente la Sala de la muerte, donde se muestra entre otras cosas el Arca dorada en que fueron trasladados los restos del Libertador Simón Bolívar, de la Catedral  de Caracas  al  Panteón Nacional en 1876.



Desde  su inauguración hasta el presente,  han dirigido el Museo diez y siete Directores: Christian Witzke, Ramón Pérez Melo; Juan Pedro Quintero; Antonio J. Sotillo; Antonio Esteban Frías[12]; Antonio Egea López; Luis Alberto Sucre; Alberto Urbaneja[13]; Eliodoro Ocanto; Luisa de Roo; Josefina Palacios Blanco; Carlos Cárdenas Gómez; Luis Monch; Rafael Ramón Castellanos V; Lino Iribarren Celis; Flor Zambrano de Gentile, Elsa Pérez Carreño de León, luego actuó como supervisora la señora María Milagros Carvajalla y la Licenciada Ana Tapias.







[1] Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo XXXVIII. Año de 1910. Caracas: Tipografía Empresa El Cojo. 1913. Documento 10.835. p. 41-42.



[2] Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela. Tomo XXXIV. Año de 1911. Caracas: Tipografía Empresa El Cojo. 1913. Documento 11.095. p. 58-59.



[3] Entre los edificios del correo y el Gran Hotel Klindt, hoy desaparecido.



[4] Nacido en Hjortholn, Dinamarca el 24 de abril de 1856. Falleció en Caracas, el 11 de enero de 1921. A él le debemos los primeros reglamentos de los Museos Nacionales. Igualmente, en 1909, funda la primera revista museística del País que llevaba por título Gaceta de los Museos, la cual funcionó ininterrumpidamente hasta 1914.



[5] Véase: Nuevo Edificio. En: El Universal. Caracas. Año XXVIII. Nº 9.686. Domingo 19 de abril de 1936. p. 1 y 4.



[6] En: Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela. Año LXIX. Mes II. Nº 20.353 del martes, 3 de diciembre de 1940. p. 130.278.



[7] Ibíd. Artículos 18 a 21. p. 130.280.



[8] En: Decreto Nº 308. Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela. Año LXXVIII. Mes 1. Nº 23.061 del lunes, 31-10-1949. p. 167.553.



[9] Gaceta Oficial de la República de Venezuela. Año LXXXVII Mes III,  Caracas, martes 16 de diciembre de 1958. N° 25.839 p. 190.909 – 190.910.



[10] En: Memoria y Cuenta que el Ministro de Relaciones Interiores presenta al Gobierno Nacional en sus sesiones ordinarias de 1963. Caracas: Imprenta Nacional. 1963. p. 224.



[11] Ibíd. p. 227.



[12] Como  cosa curiosa, después de ser Director pasó a ser vigilante del Museo.





[13] Cuando el Dr. Urbaneja se desempeñó como Ministro Plenipotenciario de Venezuela en España, introdujo en la Real Academia de la Lengua la aceptación de la palabra Bolivariano, años después, al ocupar la Dirección del Museo, cambió la antigua designación por el de Bolivariano.

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