La muchacha es menuda como un silbido entre los cerros, pero tiene lo suyo. Publica ahora su primer poemario publicado por la Fundación “Casa Nacional de las Letras Andrés Bello”.
El poemario nos hace pensar en un nombre a inscribir para pensarlo.
Dejemos que hable por sí mismo:
2:00 pm., 4 de abril del 2009
Acepto que la paz descansa
Mientras Saturno acaba de cenar su último hijo
De mano en mano, como un pequeño murmullo
Las granadas oran y son violadas.
Esrte no es un poema del que nacerá el poema
Este no es el pensamiento que el mundo habita
Entre alas rotas y luces apagadas
Luces apagadas muertas.
El desierto de África regala un poco de polvo y espíritu de bisutería
A las calles de Caracas
La naturaleza invierte un poco de su amor hinchado
Al perro que ha quedado en medio de la calle.
Los relojes giran rápidamente
Ahora son neumáticos de automóviles
Que nos descosen el camino
Mis piernas mutiladas descansan en la piedad
Que reciben los cuerpos muertos.
Mientras mi boca deglute mi cráneo lentamente
Como verás Dalí,
Aquí las cosas marchan bien.
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