Mensaje del académico Germán Carrera Damas






Debo comenzar confesando que el 3 de marzo cometí un error, al dirigir el siguiente mensaje: “Lic. Coro Ortiz: Agradezco su atenta invitación con motivo de la II Jornadas de Investigación de la Escuela de Historia, a celebrarse del 20 al 24 de abril del presente año. Asistiré gustoso. Le ruego que me informe sobre el Programa, por esta vía. Muy cordialmente, Germán Carrera Damas.” Lo hice luego de recorrer, con un poco de ligereza, el listado de los temas que serían tratados en ponencias y mesas redondas; y suponiendo que pasado algún tiempo recibiría la información definitiva por mi solicitada. No advertí la mención “Auspicia Centro Nacional de Historia.” Debo, por consiguiente, corregir mi error.

Soy egresado de esa mi Escuela de Historia. En ella revalidé la Licenciatura y cursé y obtuve el Doctorado. Obtuve la jubilación como Profesor Titular de III, luego de unos 27 años de ejercicio de la docencia y la investigación, durante los cuales cumplí, debida y oportunamente, con los requisitos académicos. Desempeñé y fundé diversas cátedras y seminarios, además de ejercer el cargo de Director. En todo este trayecto practiqué la investigación histórica con resultados conocidos, -en los que he hecho constar siempre mi vínculo con la Escuela-; actividad ésta que he proseguido, sin interrupción, como Profesor jubilado.

Es, por consiguiente, en mi condición de docente y de investigador que me permito solicitar de Ustedes que dejen sin efecto mi expresión de voluntad de asistir en las II Jornadas de investigación de la Escuela de Historia. Fundo esta decisión en las siguientes razones:

Como historiador de oficio, tengo en alta estima la ciencia que me esfuerzo en cultivar, por lo que ella representa como campo de conocimiento. Pero también por la importancia que le reconozco, en su condición de fundamento de la conciencia histórica, base de la conciencia nacional y de sus proyecciones la conciencia social y la conciencia política. En consecuencia, estoy persuadido de que los historiadores venezolanos asumimos, al practicar nuestro oficio, la más alta responsabilidad, en lo que concierne a la salud sociopolítica de nuestro pueblo.

El estudio de la Historia me ha llevado a comprender que todas las empresas de sojuzgamiento de pueblos han puesto gran empeño en desvirtuar y extraviar la conciencia histórica de sus potenciales víctimas. Creo innecesario recordar, en detalle, los casos de los totalitarismos soviético, nazi y fascista. Basta señalar el “historicidio” cometido contra la conciencia histórica de nuestra hermano pueblo cubano.

Todos esos regímenes han contado con seudo historiadores al servicio de esos designios totalitarios. ¿Registra la Historia de la Historiografía el nombre de alguno de ellos, como no sea para prueba de aberración?- En cambio, si queda constancia, -pero en el recuento de la infamia-, de los organismos de control policial e ideológico encargados de minar la conciencia histórica de sus respectivos pueblos. Y tal será el caso del Centro Nacional de Historia que, infortunadamente, auspicia las Jornadas a las que Ustedes me invitaron; puestas por ello al servicio de la empresa de demolición de la República mediante el minado de la conciencia histórica de los docentes e investigadores en formación.

Me despido de Uds. haciendo votos por que recuperen pronto el sentido histórico y reanuden el ejercicio del sentido crítico, en beneficio de la Escuela de Historia en comunión con cuyos alumnos y profesores me formé como historiador de oficio. Germán Carrera Damas.

Caracas, 19 de abril de 2009

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