Poemas de Juandemaro Querales (Venezuela)



Mala señal




-I-

Cuando los grandes imperios mesoamericanos
se extinguieron a manos de guerreros
y clérigos sin escrúpulos
Enterrados sus dioses
Y bajado el jaguar de su alto sitio
nació David
de cultura sincrética
en tierras ardientes
situadas más abajo de Yucatán


-II-

Los hombres sapos de caños y ríos
que una vez vivieron en el mito edénico
confundieron a los hombres de tez pálida
con la cosmogonía de Amalivaca
craso error
De batracios pasaron a peones
Empleados en la construcción del recinto
del dios cristiano

-III-

Pueblos de misiones donde el látigo
y el cepo son las cartillas
por donde entra el requerimiento
De los antiguos cultos de adoración
de aves y perfumados árboles y ríos
quedaron en los sótanos de nuestra pesadilla.


-IV-

De las fragancias de los árboles
Transformados en ungüentos
semejantes a la crema de lirios contenida
en envases de alabastro
Tejas, ladrillos, cordobanes
buscaban el curso del Atlántico
a través del lago de betún
fiebres y muertes
solo quedan del paso de recuas
de mulas pasitroteras.

-V-

Mesías davídico
constructor de complejos mitos
Del edén Maya-yucateco
a los furores del esclavizante cristianismo
Polis de cristal
refugio de parias y ladrones
muros chorreados de suciedad
allí es donde morarás
hijo de una de las doce tribus de Israel
falascha etiope de Carora.


-VI-

La nave y sus velas infladas
siguen el curso que le imprime
el contramaestre
La furia de la sangre
se marcha en las bodegas
del arca de los locos
Del puerto de la Ceiba
solo lo recuerda mi canto.

-VII-

Los canarios se alborotaban
en el espacioso camión
revolotean en las jaulas de caña
Ese día el chofer llevaba prisa
aceleraba más de lo acostumbrado
el viejo vehículo
un celaje blanco-azul a la distancia
lo dejó para siempre desconcertado.

-VIII-

Cuando te fuiste al reino de las sombras
no saldaste tus viejas deudas:
tu complejo edípico
tu misoginia
la cuerda de gallos de pelea
que vagan por el patio desde siempre
De tu morada
La conservo intacta.

-IX-

Acompañé la corriente humana
que se dirigió al Barroso II
putas, jugadores, ladrones
detrás del jauja
como en días bautismales de la creación
penaba mi hambre
Del fracaso de mi intento
solo el deslizamiento a la locura
me queda como muestra
de la búsqueda de la quimera.

-X-

No se ha ido a ninguna parte
ya que deambula entre los caminos
Empedrados del patio
recogiendo las cayenas
para ofrendarle a la imagen venerada
del infante viajero del infortunio.

-XI-

Viajé sin alforjas
El cansancio no logra apaciguarme
En la última estación
espero que profieran imprecaciones
en vez de salmodias
que remiten a un monoteísmo
trillado y sin razón.

-XII-

La fiesta de los necios
comienza al amanecer
cuando el falso profeta toca la diana
impreca no se que sandeces
al gusto de los oídos complacientes
que van mansamente al pozo
solo por pocas monedas de perversión
Cuando la fiesta termine
y hayamos desvalijado el circo y su espectáculo
deshaciéndonos de graderías y tramoyas
dejando para la historia
aserrín mezclado con chimó
lloraremos lagrima viva
como dice el cantante ramplón
y sucumbiremos ante enfermedades
como el olvido y los gusanos
asaltarán tu bello cuerpo
logrado a base de cremas
compradas en Locatel y Farmatodo
cuando el boca aguá termine de dar su última perorata
no estaremos para él ni para nadie
el último que apague la luz
que fue poquita y con bombillos regalados
el país de utilería desaparecerá
entre una alfombra de abalorios
hechos para uniformar al rebaño.

-XIII-

Ríos de arena
recorren mi cuerpo ocre
No hay recuerdos
ni letanías
solo un ayayay.

-XIV-

Porqué no se rebelan
los auténticos pensamientos
Vivo expectante
de todo lo que suceda a alrededor
mientras tanto deposito flores
sobre los sarcófagos de mis muertos.
-XV-

Si la vida se prolonga a través de los hijos
he vivido seis veces
y un delta de un río de arena
se desliza suavemente sobre desiertos
que son mi lecho proteico.

-XVI-

Los mares huracanados en mi interior
solo pronostican largas guerras
clavo mi espada sobre mi Ceiba
y como un nuevo Rey Arturo mitológico
procedo a crear la etnia
que mantendrá la memoria.
-XVII-

Por la huida de la madre fundadora
incapaz de reconocer el pecado
es que mi etnia está condenada
a vagar por el círculo
del tiempo fracturado
La generación que represento
no pudo sobreponerse
de ahí la derrota eterna
en cada épica de mi vida.

-XVIII-

En mi arca noética
solo cuenta un lanudo perro marrón
traído de los mares del sur
por la doña Bárbara de las pistas
ese fenomenal can
fue mi lazarillo
en los avarientos años
en que el hastío minaba mi organismo.

-XIX-

Los adivinos precoces
Los insurgentes de machetes
sin proclamas
las abuelas resentidas
y en pago a su incomprensión
se pintaron de arbustos
Solo queda como muestra
el hermano loco enclavado
en una fortaleza de la Cordillera central.

-XX-

Abuela evasiva
Muestra tu vestido largo de crinolina
tu cabello recogido con lazos
y zapatos de hebilla
posando con Eustaquio
el abuelo sátiro y abstemio
en el estudio fotográfico
con un fondo de falsa Plaza de San Marcos de Venecia
Vuelve a posar en el tiempo congelado
Para que más descendientes
sientan orgullo de la primera judía.

-XXI-

A un venerable maestro del temple
No puede contradecírsele
sin que sea tildado de hereje
el que ose hacerlo
Me siento como un monje-soldado
esperando en tierra santa
ser sepultado en el templo salomónico.

-XXII-

La casa ideal es de piedras
amurallada como la de los señores feudales
rodeada de flores y de árboles frutales
para las noches silenciosas
traeré un fantasma mecánico de Inglaterra
con él regaré las plantas
lo guardaré en el cuarto de los trastes
mientras me abrazo con mi Dulcinea
en mi extensa cama de nido de amor
de carretera.


-XXIII-

De las olas y la pleamar
No hay registros en mi imaginario
De polvos y ventiscas
esta cubierto mi cuerpo de arcilla
De navegantes extraviados
de náufragos salvados por intromisión
divina
de esta vigas ajenas están llenas mis pupilas.

-XXIV-

El ocre y el humus
en los vecindarios andaluces
de mi solar nativo
completan mi extravío en una región ignota
atenazada por hechiceros
e invasores hugonotes profanadores de
vírgenes
Cuando caen los soles
contemplo los grupos humanos que se han podrido
en la acelerada metamorfosis del trópico.

-XXV-

Madre esenia
invasora y tirana
Ursula Iguarán de mi etnia
Santa patrona del laberinto
En que navego sin brújula ni astrolabio
por el agujero negro
de mi relatividad especial.

-XXVI-

No hay encina
tampoco castaño
solo una Ceiba sagrada
que me protege de todo mal influjo
La orino en las noches claras
cuando el viento modifica el curso
del chorro amarillo.

-XXVII-

Los pájaros de mi soleada casa
abren boquetes a la acacia morada
un sordo ruido
enloquece por momentos
a los habitantes de la colmena.

-XXVIII-

El gallo del vecindario
no deja de cantar
ni de aletear
en las calurosas madrugadas
de mi comarca
El tío Juan al despuntar el día
les da su alimento y les endurece el pellejo
para que un día perezcan
entre el pico y las espuelas
de un duro rival.

-XXIX-

El angelito de alas rosadas
se despereza al despuntar el nuevo día
fracturando el mausoleo
del acontecimiento nadie se entera
ya que los parientes cercanos
desaparecieron hace mucho tiempo.

-XXX-

Reencontrarse con el lejano país
pasa por sobrevivir
a la orgía que protagonizan
sus violentos nacionales.
-XXXI-

Como el mito del eterno recomienzo
Calígula nuevamente reinstala la tiranía
con una lógica elemental
define su gestión:
incondicionales o enemigos.
-XXXII-

La muerte ronda en un día cualquiera
en las calles o en autobús
nadie alcanza a completar
el viaje homérico
a Itaca no se regresa.

-XXXIII-

Todos los viajeros llevamos
nuestra Alejandría
la mía está situada en un desierto
sus casas se ven a distancia
alineadas y pobladas de gentes
tan solo el campanario de la Catedral
sobresale como un Atalaya
en el amplio reino Axagua.

-XXXIV-

Soy Balduino el último rey cristiano
de tierra santa
una mascara de oro
oculta mi rostro leproso
En una nueva cruzada
contra los infieles del nuevo mundo
se edifican nuevos templos
para adorar a dios
encima de lugares de adoración
de deidades paganas vencidas.

-XXXV-

El curso de la sangre
describe un círculo
que apunta a lo lejos
a remotas y esplendidas vía lácteas.

-XXXVI-

El guerrero se instala
sobre el receptor de televisión
la crueldad de las series policíacas
le despiertan empatía
al consumidor de imágenes.
-XXXVII-

Vuelvo a Itaca
a recrear los largos veranos
cuando el asma crónica
me encoge el cuerpo desgarbado.

-XXXVIII-

Por mis pupilas secas
desfilan borrascas
y tremedal de hombres
que echan al azar
sus esquivos destinos.

-XXXIX-

Si el mito de la trasmigración de las almas
es cierto y puedo regresar
quiero repetir la vida
en aquel infierno de soles y silencios.

-XXXX-

Elevarme en un papagayo de colores
sobre las secas planicies
del pueblo andaluz
reino donde quiero anidar
Termino mi visión desde las alturas
cayendo estrepitosamente
sobre un tendido eléctrico.

-XXXXI-

Mi lejano país cayó
en las manos de falsos Mesías
ofreciéndose nuevamente la refundación
El único vehículo de crecimiento
era el envilecimiento para los más débiles
los más poderosos se hunden
en la corrupción
que amenaza con minar las bases
de la República.


-XXXXII-

La flor está rota y es pasto de las hormigas
la virgen descorre la cortina
y con temor otea a la distancia
llevándose las manos al higo
se aferra a la inocencia.


-XXXXIII-

Los centuriones y los guardias civiles
como todas las mañanas proceden
a dar su parte de guerra
son docenas de indios
centenares de mestizos
y ningún blanco
caídos durante la noche.

-XXXXIV-

El pájaro no esperó la buena nueva
y duerme fosilizado en el fondo
de un barranco de arcilla.

-XXXXV-

Gusanos y fetidez en los cerros de basura
es lo que nos sale a cada paso
amenazando con borrar la Alejandría
que todos llevamos en nuestro interior.

-XXXXVI-

La savia que nutre el árbol de la vida
hoy ha llenado tu boca más de la cuenta
comentas que está más densa
te cepillas con fuerza inusitada
mientras miras como las larvas
se van por los albañales de mi Alejandría.


-XXXXVII-
Los ríos de arena de mi cuerpo
Los soles que calcinaron mi vista
Los pájaros carpinteros que horadaron
Las ramas de la acacia morada
son mis únicas pertenencias
para emprender el viaje
desde la última estación de Mauricio.

-XXXXVIII-

El benjamín de la etnia
será el bastón con que me arrastre
por el Monasterio que habito
en el ocaso
El rabino puede esperar
y así impedir una nueva profanación.

-XXXXIX-

Ursula Iguarán mientras tanto
entabla una amena conversación
con el díscolo Tista Querales
hablan del “viejo”
y de su resistencia matusalénica.

-XXXXX-

Aquí en esta última parada
como un homenaje a Jorge Luís Borges
escojo a la izquierda del laberinto
sin una Beatrice que me acompañe
al infierno del Dante siempre postergado
mis camposantos de Aregue y Mauricio
se quedaron fríos en mis pupilas de cenizas
a la espera del termino de la travesía
apostando por buen viento
para no arruinarles el safari
a los obstinados acompañantes de siempre.

Marzo-Abril de 2009


Juandemaro Querales ha publicado, entre otros, -Estudio Bibliográfico de la poesía Larense -Nueva crítica del Teatro Venezolano -Cartel de Citación -Blas Perozo Naveda: La Insularidad de un Poesía -Festejos -En Extinción (Cuentos) -De Memoria -Cuaderno Caribe -Chanita y la Saga de los Colombos -Ruleteo (Novela) -Del Resentimiento Social al Estado Docente -Luís Beltrán Prieto Figueroa -Los Grandes Cambios del Mundo Exterior vistos a través del pizarrón de Uslar -La Ciencia y la Historia como testimonio -Luís Beltrán Guerrero (Prosa y Poesía) -Elegías a mi Madre Judía

Comentarios